En la política, y pronto en el sexo, el españolejo, no importa la edad ni la posición, sólo es un fetichista de palabras como ‘república’ o ‘democracia’, da igual lo que haya tras de ellas.
Los telepollas (invento celiano) del separatismo catalán la han tomado ahora con el novelista Cercas o Cercás porque ha dicho que «en España hay democracia» desde 1977.
Tengo delante el ensayo histórico-social y político ‘España democrática’, editado en 1947, con el que un Juan Aldés se propone demostrar que la democracia es una cosa española de toda la vida de Dios.
-Los fenicios tal vez fueron los más democráticos, pues crearon los Suffetes y los Sofer, que equivalían a jueces.
¿Qué decir de los árabes? En Córdoba tienen un...
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