La UD Las Palmas regresa de Asturias con un laborioso punto, que esta vez lleva la firma de Alvaro Valles. El meta sevillano mantuvo su portería intacta (0-0) cuando los amarillos se quedaron con uno menos por la expulsión de Jesé Rodríguez. Fue un encuentro complicado, de mucha lucha, con lluvia abundante en algunas fases y casi nulas ocasiones. Con este marcador, el equipo isleño sigue aproximándose a la permanencia matemática.
Se animó Pepe Mel a repetir por tercera vez la foto del once inicial que antes había goleado al Lugo y empatado con el Real Mallorca en el Estadio de Gran Canaria. Las Palmas afrontó en el Nuevo Tartiere una tarde cargada de ecuaciones, en un partido donde las precauciones defensivas de ambos equipos dificultaron con claridad las llegadas a sendas áreas.
Las Palmas tuvo más balón que el Oviedo en el primer periodo (35%-65%) pero no se registró peligro como para alterar el marcador inicial. Si algún portero en esta etapa del encuentro tuvo trabajo ese fue Alvaro Valles. Intervino en los minutos 5 y 30 para rechazar dos chuts locales, de Borja Sánchez y Tejera respectivamente. El meta sevillano resolvió bien su trabajo.
Arriba, los balones no llegaban con claridad al trío compuesto por Jesé, Araujo y Rober. Muchas de las iniciativas grancanarias morían cerca de la frontal ante un adversario ordenado y con dos líneas abundantemente nutridas, muy atentas especialmente a los intentos de Jesé de alcanzar alguna zona de recepción en vertical.
Cuando Las Palmas lograba por fin entonarse en una lluviosa segunda parte, llegó la siguiente complicación al resultar expulsado Jesé por una jugada en el centro del campo. El delantero se desplazó por el suelo y contactó con Sangalli. El colegiado decidió su expulsión ante la sorpresa general de todos los amarillos.
El técnico visitante reconstruyó el esquema con el ingreso de Javi por Clemente y descargó el ataque con Rober como más avanzado. El cambio de discurso era obligado para el tramo final, donde de nuevo la ausencia de ocasiones, aunque una incansable batalla, se mantuvo hasta el pitido final.
El Oviedo aprovechó entonces su superioridad numérica y en tres ocasiones, ya con las manecillas del reloj por encima del minuto 90, Alvaro Valles intervino rechazando tres ocasiones asturianas.
