Sin mascarillas, sin distancia, en un número elevado de no convivientes y llegando incluso a veces a compartir vasos o cigarros. Las fiestas ilegales en los pisos de estudiantes están acabando con la paciencia de los vecinos de Los Remedios. En plena cuarta ola, aseguran que estas celebraciones se suceden «casi a diario» y que incumplen con total impunidad todas las normas sanitarias en prevención del Covid-19. Ante ello, reclaman a las autoridades «medidas más severas» y más presencia policial para poner fin a este foco de contagio, pues, recuerdan, que estas reuniones son «un riesgo de salud pública» en estos momentos en los que «crece la tasa de incidencia y la presión hospitalaria con los nuevos contagios».
El último caso ocurrió en la tarde de ayer en la calle Miño esquina con Niebla. Desde las seis de la tarde había comenzado una fiesta ilegal en un piso alquilado a un grupo de estudiantes. La convocatoria fue sumando invitados obviando en todo momento las normas sanitarias de este tiempo de pandemia. «Era ya de vergüenza. En la terraza se podían ver más de 15 chavales, todos juntos, sin mascarilla, consumiendo alcohol y bailando. Y para colmo incitaban a los que pasaban por la calle a sumarse a la fiesta. Llegaron a poner un macetero en la puerta del portal para no tener que darle al telefonillo», relata una de las vecinas al visualizar el vídeo que constata los hechos y que fue tomado sobre las diez de la noche de este viernes.
Los vecinos d
icen sentirse «impotentes» y «desvalidos», ya que sus quejas no siempre han sido atendidas. «Ayer, por ejemplo, llamamos a la Policía Local, que ni lo cogía; y a la Policía Nacional. Esta última al menos nos escuchaba y nos decía que cuando tuvieran un coche patrulla se pasarían por aquí. Pero no pasó ni vino nadie». Y la fiesta, según relato vecinal, prosiguió hasta primeras horas de la mañana de este sábado. «Estaba preparando el desayuno a los niños, cuando iban saliendo los chavales».
Pero además señalan que se trata de un caso reincidente. «No es la primera vez que hacen fiestas ilegales en este domicilio. Desde que comenzó el curso han hecho ya varias. De hecho, dos de las inquilinas están denunciadas por los propios vecinos del bloque. En una ocasión, vino la Policía y hasta el dueño del piso, pero no le abrieron».
Los vecinos que padecen «estas irresponsabilidades» aseguran que les está afectando a la salud. «Esto es tremendo. Yo estoy en trataniento médico y hay una señora del bloque que tiene fibromialgia, pero aun así no tienen consideración».
Los afectados cuentan además que en alguna ocasión han llegado a encararse con los jóvenes. «Se lo decimos de manera razonada, recordando la situación que tenemos y nos responden: ‘somos jóvenes’». Eso y alguna que otra provocación: «A mí, me han llegado a llamar a la puerta a las cuatro de la madrugada, cuando mi hijo estaba durmiendo. Esto es insoportable ya».
Y es que este caso no es el único. Las fiestas ilegales en los pisos de estudiantes también se dan en otras calles de Los Remedios. «No solo son los fines de semana. Empiezan desde el jueves y así casi a diario en pleno Covid. Es una irresponsabilidad muy grande», detallan los vecinos de otras calles colindantes.
Por todo ello, estos vecinos de Los Remedios han trasladado su malestar a la entidad vecinal del barrio y reclaman a las autoridades competentes que actúen y hagan cumplir las normas que marcan las autoridades sanitarias. «Que sean más severos y que dupliquen las patrullas de Policía, porque no es solo un problema de ruidos o desorden, sino de salud pública, que es algo muy serio», concluyen.
