MADRID, 7 (CHANCE)
Ya habíamos visto en avances como Rocío Carrasco había contado en su documental que Rocío Flores había llegado una noche con miedo a su casa y le había confesado a su madre que Antonio David le había dicho que por las noches Fidel y ella se iban de casa, dejándolos solos y metiéndoles el miedo en el cuerpo.
Bien, en la emisión del episodio de hoy, hemos oído con más detalle el testimonio de Rocío Carrasco y nos hemos quedado muy sorprendidos. De hecho, la hija de la Jurado ha asegurado que en ningún momento le llama para decirle que no le diga esas cosas a los niños porque le tenía miedo: "Yo no podía tener ningún contacto con esa persona, todo lo que fuera a tener iba en mi contra él conoció a la Rocío del principio, a la que decía 'yo puedo con todo', pero ahí esa Rocío estaba empezando a no poder porque ya estaban mis hijos por medio y en el momento de que mis hijos están por medio mis fuerzas empiezan a decaer porque veo que puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Yo no puedo seguir ese modelo de separación que yo quería y yo todo lo tengo que hacer a través de un abogado".
Además, ha contado un episodio que desconocíamos: "Cuando pasa esto pongo a Paco para que recoja a los niños en la puerta de casa. Un día no los trajo a la hora que debía, antes de llamar al abogado, a las tres horas, paco toca el timbre y me dice paco 'ya están conmigo'. Cuando tengo al niño en brazos, veo que al tocarle el brazo el niño tiene un bulto, un tamaño impresionante y al tocarlo se queda traspuesto. Rocío me dice que se ha caído de una litera y le pregunté si no había llevado su padre al médico al hermano y me dice que no, que le dijo que lo llevase yo. El niño se cayó el viernes me dice Rocío".
Un testimonio desgarrador, pero que no acaba ahí ya que la pareja de Rocío le dice que hay que ir al hospital de inmediato para que atiendan a David Flores y es ahí cuando se encuentran con el brazo roto del pequeño: "Fidel me dice que hay que ir a urgencias porque el niño tiene el brazo roto. A las once y media de la noche nos fuimos al hospital San Rafael de urgencias y le hacen una radiografía y mi hijo tenía el brazo roto por la mitad. La doctora me miró raro, de ahí me fui al juzgado de guardia por negligencia en los deberes de custodia, denuncia que retiré después porque no quería hacer nada en contra del padre de mis hijos, por eso es por lo que yo no hago muchas cosas, por las caras de esos niños. A la larga ha jugado en mi contra porque todas las veces que yo les he dicho a esos niños 'respeta a tu padre, quiérele, pórtate bien', cada vez que le he dicho eso a mis hijos ha socavado mi integridad como madre y mi mujer porque ha jugado en mi contra, siempre".