Llevamos más de un año desinfectando superficies como parte del protocolo para evitar contagios de Covid-19. Pero conforme avanza la pandemia, cada vez hay mayor evidencia de que la principal vía de contagio no son los objetos contaminados (fómites). Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. han publicado esta semana una nota informativa en la que aseguran que el modo principal por el cual las personas se infectan con SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, es a través de la exposición a gotitas respiratorias que transportan virus infecciosos. «Es posible que las personas se infecten por contacto con superficies u objetos contaminados (fómites), pero generalmente se considera que el riesgo es bajo», apuntan. Y cifran ese riesgo en 1 entre 10.000.
Tras revisar la evidencia disponible hasta ahora, los CDC concluyen que las personas pueden infectarse con SARS-CoV-2 a través del contacto con superficies, pero ésta no es la ruta principal por la que se propaga el nuevo coronavirus y se considera que el riesgo es bajo. «El modo principal por el cual las personas se infectan con el SARS-CoV-2 es mediante la exposición a gotitas respiratorias que transportan virus infecciosos», afirman.
Además, apuntan a que, en la mayoría de las situaciones, limpiar las superficies con jabón o detergente
es suficiente para reducir el riesgo. Tan solo recomiendan la desinfección en entornos comunitarios cerrados donde se haya sospechado o confirmado un caso de Covid-19 en las últimas 24 horas.
El riesgo de transmisión por fómites se puede reducir «usando máscarillas de manera constante y correcta, practicando la higiene de manos, la limpieza y tomando otras medidas para mantener las instalaciones saludables», señalan desde los CDC.
El riesgo relativo de contagio por esta vía se considera bajo, en comparación con el contacto directo, la transmisión por gotitas o la transmisión por el aire, por los muchos factores que afectan a la eficiencia de la transmisión por contacto a través de fómites (cantidad de virus que se deposite en un objeto, la interacción con factores ambientales como calor y evaporación, o el tiempo entre que una superficie se contamina y una persona toca la superficie),
No está claro qué proporción de las infecciones por SARS-CoV-2 se adquieren a través de superficies, ya que ha habido pocos informes de casos de Covid-19 potencialmente atribuidos a la transmisión de fómites. Es difícil de probar, en parte porque no se puede descartar la transmisión respiratoria de personas asintomáticas. Pero los reportes de casos indican que el SARS-CoV-2 se transmite cuando tocas superficies en las que un paciente enfermo ha tosido o estornudado recientemente, y luego llevas esa mano directamente a la boca, la nariz o los ojos. Por eso es tan importante el lavado de manos.
Menos de 1 entre 10.000
Se han realizado estudios cuantitativos de evaluación del riesgo microbiano (QMRA) para comprender y caracterizar el riesgo relativo de transmisión del SARS-CoV-2 a través de fómites. Los resultados de estos estudios, señalan desde los CDC, sugieren que el riesgo de infección por SARS-CoV-2 a través de ésta es bajo, y generalmente menor de 1 entre 10.000, lo que significa que cada contacto con una superficie contaminada tiene menos de 1 en 10.000 posibilidades de causar una infección. Algunos estudios estimaron los riesgos de exposición principalmente utilizando datos de cuantificación del ARN del SARS-CoV-2 ambiental al aire libre.
Es esperable que las concentraciones de SARS-CoV-2 infeccioso en las superficies exteriores sean más bajas que en las interiores debido a las condiciones ambientales más duras, como el viento o la luz solar. Un estudio de QMRA también evaluó la efectividad de las medidas de prevención que reducen el riesgo de transmisión de fómites y encontró que la higiene de las manos podría reducir sustancialmente el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 de superficies contaminadas, mientras que con la desinfección de superficies una o dos veces al día había poco impacto en la reducción de los riesgos estimados.
Sobre el tiempo de supervivencia del virus en las superficies, los CDC recuerdan que en superficies porosas, los estudios detallan la imposibilidad de detectar virus viables en minutos u horas, mientras que en superficies no porosas, se pueden detectar virus viables durante días o semanas.
Los datos de los estudios de supervivencia de la superficie indican que se puede esperar una reducción del 99% del SARS-CoV-2 infeccioso y otros coronavirus en condiciones ambientales interiores típicas en 3 días en superficies comunes no porosas como acero inoxidable, plástico y vidrio. Sin embargo, advierten, las condiciones experimentales en superficies porosas y no porosas no reflejan necesariamente las condiciones del mundo real, como la cantidad inicial de virus y factores que pueden eliminarlo o degradarlo, como la ventilación y las condiciones ambientales cambiantes. Tampoco tienen en cuenta la ineficiencia en la transferencia del virus de las superficies a las manos y de las manos a la boca, la nariz y los ojos. Cuando se tienen en cuenta los datos de supervivencia en la superficie y los factores de transmisión del mundo real, el riesgo de transmisión de fómites después de que una persona con Covid-19 ha estado en un espacio interior es menor después de 3 días (72 horas), independientemente de cuándo se limpió por última vez.
Limpieza con agua y jabón
Tanto la limpieza con jabón o detergente como la desinfección con un producto diseñado para inactivar el SARS-CoV-2 pueden reducir el riesgo de transmisión de fómites. No constan estudios en los que se haya investigado la eficacia de la limpieza de superficies (con jabón o detergente que no contenga un desinfectante registrado) para reducir las concentraciones de SARS-CoV-2 en superficies no porosas. Pero, a partir de estudios de limpieza centrados en otros microbios, podría ser posible una reducción del 90-99,9% de los niveles de microbios según el método de limpieza y la superficie que se limpia. Además de la eliminación física del SARS-CoV-2 y otros microbios, los CDC consideran esperable que la limpieza de la superficie degrade el virus, ya que los tensioactivos de los limpiadores pueden alterar y dañar la membrana de un virus envuelto como el SARS-CoV-2.
Pero si lo que se busca es inactivar sustancialmente el SARS-CoV-2 en las superficies, la zona debe tratarse con un producto desinfectante que haya demostrado ser eficaz contra el virus. Hay que utilizar siempre estos productos con precaución y siguiendo las instrucciones del fabricante. Los CDC recuerdan que algunos tipos de aplicaciones de desinfección, particularmente aquellas que incluyen nebulización no son seguras ni eficaces para inactivar el virus si no se utilizan correctamente.
Se ha demostrado que la desinfección de superficies es eficaz para prevenir la transmisión secundaria del SARS-CoV-2 entre un infectado y otras personas dentro de los hogares. Sin embargo, los CDC señalan que hay poco apoyo científico para el uso rutinario de desinfectantes en entornos comunitarios, ya sea en interiores o exteriores.
En espacios públicos y entornos comunitarios, los datos epidemiológicos disponibles y los estudios de QMRA indican que el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 a partir de fómites es bajo, en comparación con los riesgos del contacto directo, la transmisión por gotitas o la transmisión por el aire.
Para los CDC una limpieza rutinaria a conciencia con jabón o detergente, al menos una vez al día, es suficiente para reducir sustancialmente los niveles de virus en las superficies. Solo aconsejan desinfectar en situaciones en las que ha habido un caso sospechoso o confirmado de Covid-19 en interiores en las últimas 24 horas, ya que es más probable la presencia de virus infecciosos en las superficies.
