Una de las matronas del Hospital Quirón Sagrado Corazón de Sevilla, Laura Cuendas, ha destacado el aumento del «trabajo psicológico y de acompañamiento» que han tenido con las embarazadas porque el «principal miedo» de las mujeres es «parir solas» en esta pandemia derivada por el coronavirus Covid-19, coincidiendo con el día en que se cumple un año del decreto que aprobó el Estado de Alarma y el confinamiento de la sociedad.
En declaraciones a Ep Televisión, Cuendas ha manifestado que este año ha sido «un poco más intenso y complicado» aunque «en función de ciertas épocas» porque, como cualquier sanitario, se ha enfrentado a una crisis mundial «bastante importante» que han ido solventando «paso a paso» en cada ola según los protocolos establecidos.
En este sentido, ha afirmado que la situación de crisis ha hecho aumentar «el miedo y la incertidumbre» de las mujeres embarazadas hacia el momento del alumbramiento «sobre todo en las primerizas». «Las mujeres no sabían si iban a ser atendidas solas, si iban a estar acompañadas o qué iba a pasar con sus bebés tras el parto», ha apuntado y ha añadido que todo ello ha complicado «un poco» el trabajo en paritorio.
Por consiguiente, ha señalado que además de hacer el trabajo asistencial «de siempre», el equipo de matronas de este hospital ha llevado a cabo «mucha labor de acompañamiento» con el fin de «explicar, informar y tranquilizar» tanto a la embarazada como a sus familiares.
En esta línea, ha hecho hincapié en la «experiencia dual» que supone el proceso del parto, así como en la «relación de confianza» que se establece entre la matrona y la embarazada que se ha visto incrementada por la pandemia. De hecho, ha asegurado que en este centro hospitalario se ha producido un aumento de plantilla con el fin de «individualizar el trato con la mujer».
De este modo, ha dicho que cada embarazada tiene asignada una matrona para asistir el parto por lo que así es más fácil «entablar un lazo de confianza» con ella. Además, «ella confía en ti, se entrega a ti y descarga en ti un poco ese miedo e incertidumbre con la que llega» a paritorio, ha sumado.
Los Epi, «una barrera»
Esta matrona ha asegurado que el «principal miedo» de las embarazadas en pandemia es «parir solas» sin el acompañamiento del «ser querido» elegido para ese momento, a lo que se ha sumado «la barrera» que ha supuesto «al principio» la indumentaria que ha obligado a llevar esta crisis sanitaria, si bien ha reiterado la importancia en este tiempo de crear un ambiente de confianza que las tranquilice.
Asimismo, ha asegurado que debido a las horas que dura un parto las matronas pasan «mucho tiempo de pie» realizando una importante labor física y ha añadido que a ello se ha sumado el aumento del trabajo psicológico que han tenido que desarrollar con las mujeres embarazadas debido a la crisis sanitaria.
«Tenemos una labor física por una parte y otra psicológica que ha aumentado, pero al igual que ha aumentado la carga también lo ha hecho la recompensa cuando la madre ya ha dado a luz, todo ha salido bien y ella está contenta y satisfecha con todo el proceso del parto», ha explicado.
Sobre el trato en planta, Cuendas ha indicado que ha habido «varias fases» ya que al principio de la pandemia la prohibición de las visitas se tomaron «con rechazo», pero con el paso del tiempo y las explicaciones del personal sanitario sobre «las ventajas» de estar solos con el bebé, los padres se lo han tomado como "días de intimidad». Así, ha resaltado las recomendaciones que le han dado a todas las embarazadas para restringir las visitas en casa y proteger «lo máximo posible» al bebé hasta que remita «un poco» la crisis sanitaria.
Por último, ha recordado el parto de una madre, que le marcó «un antes y un después» en su carrera profesional, ya que llegó de urgencias y no conocieron hasta iniciado el alumbramiento si era o no positivo en Covid-19. «Durante el proceso del parto nos enteramos de que era positivo y recuerdo que en 20 segundos se transformó la situación, todos nos vestimos con los EPI, la pareja tuvo que abandonar el paritorio y hubo un momento de crisis porque ella entró en pánico, empezó a llorar, aunque tras un rato tuvimos finalmente un parto muy íntimo», ha concluido.