Esta semana nos pusimos las pilas y en la tarde del jueves ya teníamos una decisión tomada sobre qué recorrido intentar el Domingo.
En esta ocasión fuimos de la partida un representante de cada una de las 4 localidades del municipio: Desde los Ángeles de San Rafael y nunca mejor dicho, pues para cuando llegó Pawel al punto de encuentro ya llevaba 10 km recorridos; desde la Estación de El Espinar, Fer; desde San Rafael Andrés y yo mismo representando a El Espinar. Tuvimos la visita de Fernando que nos avisó el día anterior que sería baja de la partida por motivos que justifican su ausencia y que serán conocidos más adelante por todos.
Durante la semana el hombre del tiempo nos fue amedrentando con la posible formación de una borrasca que desplomase las temperaturas. Las perspectivas mejoraron para el domingo. Aprimera hora el segundo día de la primavera nos recibió con un día frío pero soleado.
El recorrido inicial nos lleva hacia el Portalón para atravesar parte del casco urbano del pueblo y dirigirnos hacia la Dehesa por la vereda de la Talanquera tantas y tantas veces recorrida. Giro a la izquierda en la puerta que da paso a los prados de Gansapájaras. Tan solo nos paramos en las puertas del recorrido y constatamos que han arreglado varios tramos del camino de Peguerinos para facilitar el paso de los vehículos ganaderos.
Hicimos la subida sin descanso y a muy buen ritmo hasta acercarnos a la zona de las Tres Provincias. En este caso nos alejamos de esta zona y seguimos por el camino hasta encontrar el desvío en el camino que se dirige hacia las Navas del Marqués. Este camino lo recordábamos roto por otras ocasiones recorrido pero actualmente está destrozado literalmente. Hubo que hacer malabares para no caer en las zanjas que el agua ha fabricado de más de medio metro de profundidad.
Librado sin incidencias llegamos hasta el cruce con el camino de La Cepeda, donde coincidimos con unos motoristas que nos dieron buenas pistas para el recorrido de vuelta. Seguimos dentro de La Cepeda y pasamos junto a la casa vieja y la casa nueva de la misma. Todo un decir porque allí todo parece ya viejo.
El camino en rápido descenso nos acerca hasta el pantano de Las Navas del Marqués. El pantano de las islitas, una configuración curiosa para un pantano. Una vez allí no nos resistimos a visitar la pantalla del pantano viejo que alimenta aguas arriba a este otro. Nuevos cuestones que se superan en un plis-plás y nos vimos en la pantalla del pantano Valtravieso.
En otras ocasiones este era el punto de retorno para la ruta del Grupo, pero hoy teníamos la intención de llegar hasta las Navas del Marqués y aunque no íbamos sobrados de tiempo nadie se planteó lo contrario. Por un pequeño tramo de carretera a la derecha sale un camino que a mí me hizo recordar rutas por tierras granadinas…. Se apreciaba el perfil de un camino con un desnivel aterrador y hasta donde alcanzaba la vista. Para echarnos a llorar, mejor no y como dice mi amigo Fernando… pedalada a pedalada todo se supera.
En pocos minutos aparece ante nosotros la localidad de las Navas del Marqués. Con 5187 habitantes en 2017 era el cuarto municipio más poblado de la provincia, tras la capital provincial, Arévalo y Arenas de San Pedro. El término municipal de Las Navas del Marqués cuenta con dos edificios de interés histórico catalogados con la figura de protección de Bien de Interés Cultural. Se trata del Palacio Castillo de Magalia y del Convento de Santo Domingo y San Pablo. Rápida visita a los mismos y de vuelta para casa.
Deshicimos gran parte del recorrido de ida que en este caso la mayor parte era de subida pero todos contentos. El camino de La Cepeda en esta ocasión lo recorrimos entero atravesando zonas ganaderas y volvimos a enganchar el camino de Peguerinos hasta el final de la puerta de La Cepeda. Desde allí giramos a la izquierda por el camino de la solanilla que nos lleva hasta la zona más alta de nuestro recorrido por la zona de la Boca del Infierno.
Después recorrimos las praderas que nos separan de la puerta que da paso a la parte alta de la vereda de las Municiones y desde esta nos dejamos caer hasta la del Ingeniero. La vereda de Santa Quiteria nos lleva a todo trapo hasta El Espinar. La ermita de la Soledad nos estaba esperando para completar nuestro recorrido: 54 km, unos 1400 m de desnivel acumulados y más 2300 kcal consumidas.
APawel aún le quedan 10 km de vuelta y su recorrido final fue de 73 kms, un coloso.
Lo hemos disfrutado sin duda y nos queda un buen sabor de boca después de la mañana que hemos pasado.