Sin prácticamente lluvias de abril a noviembre, la sequía de 2018 en centroeuropa fue histórica. Los barcos quedaban varados a orillas del Elba, sin caudal para sustentar el habitual transporte marítimo; el cauce seco afloraba bombas sumergidas desde la Segunda Guerra Mundial y se cancelaban todos los fuegos artificiales del verano para prevenir incendios. En el Servicio Meteorológico Alemán (DWD) eran incapaces de establecer una referencia para un verano tan seco. «No conozco nada comparable a esto», decía su portavoz, Manig Rüdiger. Tenía razón. Según un estudio publicado este lunes en 'Nature Geoscience', las sequías registradas en Europa desde 2015 no tienen precedente en los últimos 2.100 años.
Un equipo internacional, dirigido por la Universidad de Cambridge, ha estudiado la... Ver Más