Los medios anglosajones se suelen referir a la Academia de Hollywood como AMPAS (Academy of Motion Picture Arts and Sciences), lo que nos puede dar una idea de lo que deben de ser sus grupos de Whatsapp. Los Oscar son muy suyos y esta mañana, en el anuncio de sus nominaciones para 2021, ya han dejado fuera a unos pocos nombres clave, porque entre los elegidos no caben todos, porque siempre es mejor dar que hablar y porque la pandemia ha alterado muchas cosas este año.
Como novedades importantes, se puede destacar que es la primera vez que lo actores no blancos son mayoría: hay nueve actores 'de color', incluido el primer asiático americano que opta al premio, Steven Yeun por 'Minari. Sin salir de esta estimulante película, Yuh-Jung Youn es la primera actriz coreana candidata a un premio de interpretación, en su caso de reparto. No menos relevante es que será la primera vez que dos mujeres luchen por el premio a la dirección, Chloé Zhao por 'Nomadland' y Emerald Fennell for 'Una joven prometedora'.
Entre los nuestros, se ha quedado sin candidatura el corto 'La voz humana', de Pedro Almodóvar, que no tendrá quien grite su nombre sobre el escenario el próximo 25 de abril. Su adaptación con Tilda Swinton de una obra de Jean Cocteau no ha llamado la atención de los académicos. Estos también se han olvidado de la película mexicana 'Ya no estoy aquí', la guatemalteca 'La llorona' y la chilena 'El agente topo', apeadas de la carrera al Oscar a la mejor película internacional. Esta última sí participará en la categoría de mejor documental.
Los miembros de la AMPAS son casi 10.000, pero al igual que los grupos de madres y de padres, suelen alterarse fácilmente en cuanto un solo elemento se lo propone. Son personas susceptibles al qué dirán. Es mejor sobreactuar que permitir que se difundan comentarios malintencionados. La corrección política es otra trampa colectiva, difícil de romper pese al anonimato de los votos. En cualquier cosa, los académicos de la pantalla grande no son peores que los votantes de cualquier otra democracia del mundo. Simplemente, son menos y quizá más fáciles de sugestionar con diversas técnicas, no necesariamente ilícitas.
Este año, por ejemplo, la productora de 'Nomadland' ha tenido el acierto de promocionar su película con pases al aire libre en los famosos 'drive in' de Los Ángeles, que ya funcionan también en España y en los que el espectador puede ver la película desde su coche. Searchlight tiene experiencia en mover bien sus títulos, como prueban los éxitos pasados de 'La forma del agua' y 'Birdman'. No fueron los únicos, por otro lado, y 'Minari' también ha logrado mostrar sus virtudes por este método.
Acostumbrados al encierro
En cualquier caso, los cambios de hábito son una realidad. «Ya casi estamos acostumbrados al 'streaming'», admitía a AFP hace poco un miembro de la Academia, defensor tradicional de la experiencia en la pantalla grande. «Es realmente asombroso lo que puede suceder en un año. Ninguno de nosotros ha ido al cine», agregó bajo condición de anonimato.
Por razones obvias, este año era el de las plataformas, más aún que los anteriores, y es lógico que muchas de las películas nominadas sean obra de Netflix, Amazon, HBO y compañía, pero llama la atención alguna omisión de cine 'clásico'. Christoper Nolan ha visto cómo los padres y madres de Hollywood han preferido pasar de puntillas por su 'Tenet', que además de ser una película compleja y entretenida, fue de las pocas que apostaron por el viejo negocio de las salas, como Santiago Segura en España, pero con menos éxito.
Washington y Zendaya
'Tenet' debe conformarse con un par de nominaciones técnicas, pero ni Nolan ni sus protagonistas pasarán a la historia de los Oscar por esta película. No es que figurara entre los favoritos, pero John David Washington también se queda sin su candidatura, por esta película y por 'Malcolm & Marie', en la que Zendaya sí destacaba entre los nombres llamados a competir por la estatuilla.
Entre las sorpresas favorables, no puede considerarse como tal el reconocimiento conseguido por 'Minari', que estaba cantado, pero sí la doble presencia de la película documental rumana 'Collective', que el público puede ver en HBO. Competirá como mejor documental y como mejor película internacional. Los hechos empiezan con el incendio de la discoteca Colective de Bucarest en 2015, que dejó 27 muertos y 180 heridos. Lo sorprendente del caso es que las víctimas empezaron a morir a causa de heridas que no suponían un peligro grave en un principio. Detrás se esconde el caso de corrupción sanitaria más sonado de Rumanía.