Al menos 24 personas han muerto tras la inundación de un taller clandestino en Tánger, informa AFP. Los hechos se han producido después de que cayeran lluvias violentas sobre la ciudad marroquí.
La operación de rescate todavía está en marcha, según el medio «L'economiste», que añade que hay una investigación abierta para esclarecer los hechos.
Algunos medios locales han afirmado que los obreros han muerto tras electrocutarse, pero esta información no ha sido confirmada por las autoridades.
Marruecos ha experimentado fuertes lluvias en las últimas semanas después de un largo período de sequía. A principios de enero, las lluvias provocaron el hundimiento de edificaciones antiguas en Casablanca, la capital económica del país, provocando al menos cuatro muertos y varios heridos, según los medios locales.
A menudo ligadas a un fenómeno de crecidas repentinas de ríos secos, en el campo, y en la ciudad, a un déficit en el sistema de drenaje, las inundaciones suelen provocar decenas de víctimas en Marruecos.
Esta es la principal causa de mortalidad en Marruecos en relación con riesgos climáticos, según un informe publicado en 2016 por el Real Instituto de Estudios Estratégicos (Ires).
En septiembre de 2019, la inundación de un wadi (río) se llevó a 24 pasajeros de un autobús en la región de Errachidia (sureste). Días antes, la subida repentina del agua en un campo de fútbol había matado a siete personas en la región de Tizert (suroeste).
En 2014, las inundaciones relacionadas con lluvias torrenciales mataron a unas 50 personas y causaron daños considerables en el sur.