Samsung ya ha estrenado la primera oleada de móviles de alta gama de 2021. El Samsung Galaxy S21, y sus tres modelos, ya están a la venta desde el pasado 14 de enero y traen consigo algunas novedades importantes respecto al anterior S20.
Como viene acostumbrando la compañía coreana, el dispositivo cuenta con tres variantes:
Pero, ¿cuáles son los principales cambios entre este nuevo modelo y el anterior?
El cambio más relevante en los S21 es el diseño de la parte trasera del móvil. Mientras que en la frontal apenas hay diferencias entre uno y otro –salvo un cambio en los bordes laterales, ahora rectos–, la trasera del S21 difiere por completo de la línea que Samsung había establecido durante los últimos años.
El S21 presume de sus cámaras y las hace muy visibles para el usuario. Ya los modelos anteriores contaban con un módulo donde destacaban, pero el S21 lo amplía hasta el lateral del móvil y, además, lo hace mucho más grande. Esto permite diferentes combinaciones de colores y hace que el móvil se vea muy distinto al resto.
La principal novedad de los S21 (en todos sus modelos) es el nuevo procesador Exynos 2100. Respecto al anterior (Exynos 990), el 2100 presenta un 20% de ahorro energético y, según Samsung, aumenta en un 10% el rendimiento general del móvil; gracias a una construcción de ocho núcleos (un ARM Cortex–X1, tres Cortex–A78 y cuatro Cortex–A55).
Entre las sutiles novedades que trae, el Exynos 2100 cuenta con un chip Arm Mali G78, centrado en videojuegos. Este chip cuenta con 14 motores gráficos, lo que supondría, frente al Mali G77, una mejora del 40% del rendimiento. Además, es compatible con la realidad aumentada, virtual y mixta.
Todo esto, unido al soporte de redes 5G y la decodificación para vídeos a 8K y HDR10+, hace que el procesador sea un cambio realmente notable respecto al anterior. Sobre todo, si sois de esos usuarios que ven series, juegan y hacen de todo con el móvil.
Pero, a parte del procesador, ¿qué cambios hay entre los modelos más económicos? La verdad es que no demasiados. Aunque el software del móvil sí trae diferencias considerables –como en el procesado de las fotografías– y el procesador, en los demás aspectos son dispositivos muy similares.
La pantalla es la misma (Dynamic AMOLED 2X), las cámaras también (tanto la frontal como las traseras) y la batería; aunque en los modelos Plus (+) la esta se ve incrementada. Los cambios, más bien, pueden no ser muy atractivos para un usuario que entra nuevo en Samsung.
Tanto el S21 como el S21+ han reducido la resolución de la pantalla –de QHD+ a FHD+– y, en la estela de Apple y Xiaomi, los móviles ya no traen cargador ni auriculares. Por tanto, si eres usuario de un S20/S20+ no hay un gran motivo para realizar el cambio a la nueva generación.
En el modelo más caro y exclusivo, S21 Ultra, los cambios son más abundantes. En primer lugar, el móvil alcanza un brillo máximo de 1.300 nits –candela por metro cuadrado– lo que supone una gama de colores mucho más amplia y realista.
En las cámaras es donde Samsung ha dado el gran salto. Mientras que el S20 Ultra contaba con las establecidas tres cámaras (objetivo, teleobjetivo y angular) y una cuarta para el desenfoque, el S21 Ultra viene con un equipo de cinco cámaras.
Además de las cuatro anteriores –que tiene leves cambios: el teleobjetivo pasa de 48MP a 10MP mejorando mucho la luminosidad de f/3.5 a f/2.4–, se le une un objetivo de Periscopio. Este objetivo ayuda a conseguir un mayor zoom al teleobjetivo y no perder calidad.
Con un batería de 5.000 mAh, el S21 Ultra se mantiene en la lista de su antecesor, aunque la carga rápida baja de los 45W a los 25W. También han añadido un nuevo modelo: el S21 Ultra de 16GB de RAM y 512GB de memoria. Un dispositivo que perece hecho para jugadores.
La última gran novedad es que este modelo ahora es compatible con el S-Pen. El lápiz distintivo de los Galaxy Note, ahora también puede utilizarse con el S21 Ultra, aunque hay que comprarlo a parte.
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