El Real Valladolid Promesas despidió 2020 con una victoria en el campo del Oviedo Vetusta, algo que se produjo a mediados de diciembre. Las circunstancias del calendario han hecho que los blanquivioleta hayan vuelto de las vacaciones navideñas “como locos por jugar después de llevar casi un mes parados”, tal y como reconoció Javier Baraja.
El entrenador del filial aseguró que su equipo afronta el regreso “con ganas de volver a la competición, de acabar la primera vuelta con buenos números y sensaciones y de seguir ahí arriba”. Por ello, este domingo (12.00 horas) buscará empezar 2021 con buen pie con un triunfo ante el Real Sporting de Gijón B en los Anexos.
Respecto al parón, señaló que “es importante descansar y que los chicos vuelvan con la ilusión con la que han venido”. “Han estado con sus familias. Todos hemos aprovechado para limpiar un poco la cabeza”, dijo. Todo ello para intentar de lograr el objetivo de “seguir con la dinámica”: “Creo que no nos va a afectar. Es más, nos motiva el hecho de regresar y de volver a hacer los números que traíamos”.
Baraja catalogó el duelo de este domingo como “diferente”, ya que el club asturiano se encuentra afectado por la Covid-19. “Vienen con los problemas del primer equipo y no sabemos las bajas que pueden tener. Lo encaramos con esa incertidumbre. Nosotros tenemos claro lo que pretendemos, que es seguir ganando en casa”, expresó. En cuanto al filial rojiblanco, comentó que se trata de “un rival difícil, joven y con mucho ímpetu” que seguro que les va a “poner las cosas complicadas”.
Para este partido, que cerrará la primera vuelta del Grupo I-B, el entrenador blanquivioleta no podrá contar con Uche y Apa por lesión, además de la baja de otro jugador afectado por la Covid-19. “Puede que aparezca Elliot, después de esa lesión muscular”, concluyó.
