Un equipo de investigación conformado por las universidades de las Islas Baleares, Complutense de Madrid, Salamanca, Zaragoza y País Vasco ha publicado el segundo "Informe del Monitor de Impacto de la Covid-19 en los Servicios Sociales", correspondiente a los meses de septiembre, octubre y noviembre.
El estudio, en el que han participado 52 centros de servicios sociales municipales de seis comunidades autónomas, confirma que la crisis causada por la pandemia de Covid-19 ha hecho aumentar de forma notable el número de personas que acuden a estos servicios en busca de ayuda, según ha informado la Universidad pública vasca.
Esto incluye a "familias que nunca se habían visto en situación de necesidad y que han consumido sus ahorros como consecuencia del cierre de sectores como la hostelería".
La investigación universitaria advierte de que, según se extrae de las entrevistas realizadas en el periodo analizado, esta situación "empeorará" durante el invierno, como consecuencia del probable cierre de más negocios.
Entre las personas que solicitan ayuda, según el informe, se encuentran muchas con "contratos inestables", familias con menores a su cargo sin ningún ingreso y gente con "afecciones emocionales graves como consecuencia de la pandemia".
El estudio subraya que la situación se ha "agudizado" en el colectivo habitual de personas usuarias de los servicios sociales.
Expone que, pese a la heterogeneidad de la muestra, con la participación de 52 centros de servicios sociales municipales repartidos por seis comunidades, "se identifican en líneas generales situaciones similares entre ellos".
Por otro lado, el informe se hace eco del "agotamiento" de las profesionales de los servicios sociales debido al "sobreesfuerzo" realizado desde marzo, sin que las trabajadoras prevean que la situación vaya a mejorar "a corto plazo".
"La compleja situación que se está viviendo, tanto en el sistema sanitario como en el de servicios sociales, hace que las trabajadoras sociales se sientan agotadas, preocupadas y con cierto desconcierto, porque advierten que lo que está por llegar va a ser peor y no saben muy bien cómo van a poder hacer frente a la situación de crisis social que ya se percibe", advierten el informe universitario.
Según sus autores, "la presión sostenida en todos los meses anteriores acaba por desgastar a unas profesionales cuyo nivel de implicación y responsabilidad es muy elevado".
Las trabajadoras de los servicios sociales, que han "desarrollado estrategias, medidas y herramientas para adaptarse a la nueva situación", han destacado como efecto "positivo" de la pandemia el que muchas personas hayan acudido a los servicios sociales "sin sentir vergüenza".
"Hay personas que se han atrevido a dar el paso porque ahora la situación les ampara: Si voy con el resto de las demandas se nota menos", explica una trabajadora social de un distrito madrileño que presenta una renta per cápita alta, según el informe.
El trabajo del "Monitor de Impacto de la Covid-19 en los Servicios Sociales" se lleva elaborando desde julio de 2020 con la financiación del Instituto de la Administración Pública (INAP); tiene una periodicidad bimestral y se basa en entrevistas realizadas en 52 centros de servicios sociales de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla y León, Madrid y Euskadi. Se prevé que continúe publicándose hasta septiembre de 2021, cada dos meses.
