Mañana habrá algo que no cambiará en estas fiestas atípicas que coronarán un año maldito desde el punto de vista sanitario y económico: en muchas casas del país se comerá roscón de reyes, una tradición que se mantiene año a año y que en esta ocasión se estima que se saldrá con una caída del 10% de las ventas respecto a 2019 debido a la práctica desaparición del canal hostelero.
Y no pocas personas se dirigirán a los supermercados para efectuar su compra de este postre tradicional, pese a que es en pastelerías, hornos y bollerías donde se elaboran los mejores. Para facilitar tal elección, que muchas veces es de última hora, hemos consultado los precios de los roscones en las distintas cadenas a través de su canal online.
También atenderemos al estudio que la OCU realiza cada año para evaluar el mejor roscón de reyes de supermercado y ofreceremos una pequeña guía para escoger el roscón de reyes más sano y de mejor calidad.
Como cada año, este 2021 la OCU ha realizado una evaluación de los principales roscones que se venden en los supermercados, apoyándose en parámetros de salud desde el punto de vista nutricional, de la calidad de los ingredientes utilizados, especialmente en la materia grasa, y del tratamiento que se le ha dado al producto en su elaboración y conservación.
La OCU también se fija en que el etiquetado cumpla con la ley, y el servicio al cliente, y realiza una prueba de degustación con tres expertos pasteleros que juzgan tanto su sabor y textura como el aspecto visual, el escarchado del azúcar, el estado de las almendras, etc.
Los expertos han destacado, siempre según la OCU, que la calidad general es baja, si bien algunos de los roscones se acercan al nivel de los roscones tradicionales de hornos y pastelerías. Así, en el apartado de buena calidad destacan el roscón de reyes tradicional de Eroski, y el relleno de Ahorramás.
En cuando a los de calidad media, de mejor a peor está el de nata de El Corte Inglés y el de la misma configuración del DIA. Y en el apartado de mala calidad, de mayor a menor: Carrefour, Alcampo, Lidl, Aldi y el de Mercadona como el de calidad más baja.
Para la OCU los parámetros principales que deben tenerse en cuenta refieren a la materia grasa; tanto de la masa con que se elabora el roscón, que debe ser mezcla de harina y mantequilla, como de la nata del relleno, si se utiliza, que debe ser también de leche.
Por lo tanto, una primera criba la realizaremos mirando el etiquetado. Si leemos que se utilizan aceites vegetales de coco, de palma -con sus muchos nombres- o de girasol, ya tenemos un primer filtro de calidad al que atenernos.
Si no figurase ninguna información al respecto al origen de la materia grasa de la masa o la nata en el etiquetado, incumpliendo la legislación vigente, estaríamos frente a un nuevo filtro que nos debe hacer sospechar que no estamos ante un roscón de calidad.
También debemos tener en cuenta la presentación. Así, si el roscón viene envuelto en plástico, además del que supone el embalaje, hay muchos números de que haya sido conservado en congelación, es decir nada fresco y reciente.
Se debe tener también la decoración tradicional con fruta escarchada, azúcar y almendras, y el aspecto de estos elementos debe ser apetecible. Y finalmente nos fijaremos en el precio: dice la OCU que no debemos pagar por un roscón de supermercado más de 15 euros el kilo, ya que su calidad no compensará el coste. Otra cosa son los roscones de obrador, que van de 40 a 60 euros el kilo pero garantizan una calidad muy superior.
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