El vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado, anunció el 15 de diciembre que la Comunidad había conseguido el visto bueno del Gobierno central para poder hacer test rápidos de antígenos en las farmacias tras una reunión mantenida con representantes del Ministerio de Sanidad a la que acudió el propio Aguado.
En una reunión previa celebrada ese mismo día por la mañana entre técnicos del Ministerio y la Consejería de Sanidad, el Gobierno ya había manifestado su predisposición a permitir hacer test en farmacias de la región en el contexto de "cribados poblacionales en zonas de alta incidencia" de coronavirus, según fuentes del Ejecutivo madrileño.
Sin embargo, la Consejería de Sanidad apuntó que el Ministerio no envió "la autorización formal" para dichos cribados, y tampoco definió lo que consideraría "zonas de alta incidencia", por lo que estaba a la espera de permitir a las farmacias hacer test de antígenos.
En una misiva enviada el martes al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y remitida este miércoles por el Gobierno regional a la prensa, el consejero madrileño, Enrique Ruíz Escudero, expresa su confianza en que la documentación remitida resuelva las cuestiones pendientes y que la autorización para realizar las pruebas en farmacias sea concedida "en el menor plazo de tiempo posible".
También este miércoles, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, dice en un mensaje en la red social Twitter que "muchas familias ya podrían cenar esta Navidad habiéndose hecho un test de antígenos" pero siguen esperando la respuesta del Ministerio.
"Como en otros países, las farmacias reforzarían el diagnóstico en unas fechas clave. Tenemos 500 farmacias preparadas y a la espera", añade la presidenta.
En la carta del consejero a Illa, la Comunidad de Madrid reitera al Ministerio su petición de que la autorización, además del cribado, permita también que la oficina de farmacia pueda realizar las pruebas "a cualquier persona que así lo demande".