Una montañera anglo-holandesa de 37 años lleva casi diez días desaparecida en el Pirineo aragonés. Se le perdió el rastro el 22 de noviembre. Según informó su pareja a la Guardia Civil, ese día contactó con él para decirle que estaba en el Pico Salvaguardia (Huesca) y que se disponía a realizar una ruta circular entre España y Francia. Sin embargo, nada más se supo de ella.
Esa ruta por el Pirineo iba a durar tres días. La montañera dijo que tenía previsto regresar a Benasque (Huesca) el 25 de noviembre. Pero no volvió. Al no tener noticias de ella, su familia denunció su desaparición ante la Guardia Civil.
Los agentes encontraron su vehículo aparcado en Benasque. Pero no hallaron ni rastro de ella. El pasado jueves, 26 de noviembre, se activó el dispositivo de búsqueda, pero no ha dado resultado hasta el momento.
En los rastreos participan tanto especialistas del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil con base en Benasque, como helicópteros de la Unidad Aérea de la Benemérita radicada en Huesca capital. En el lado francés también se ha desplegado un dispositivo de búsqueda, coordinado con las autoridades españolas, en el que participan equipos de la Gendarmería de Bagneres de Luchon y un helicóptero.
La montañera desaparecida se llama Esther Maria Dingley. Tiene 37 años y tiene doble nacionalidad, británica y de los Países Bajos. Mide 1,70 metros, es de complexión delgada, pelo rubio -largo y liso- y de ojos castaños. Si alguien dispone de datos que puedan aportar pistas sobre su paradero, debe notificarlo a la Guardia Civil, en el teléfono 062.
