Ayer Felipe González se desmarcó, en un acto ecuménico en homenaje a Rubalcaba, de la estrategia de Su Sanchidad. Dijo, con una claridad aplastante, que él nunca pactaría con aquellos que quieren acabar con su país tal y como lo tiene interpretado su Constitución, por mucha legitimidad que tengan sus votos. Estaba sentado a pocos metros el ministro Ábalos, el cual se había empleado a fondo durante unos días en convencernos de que el Gobierno no había pactado con Bildu. No me consta ninguno de sus mohínes porque yo estaba a su espalda y no me dio lugar a comprobar si mostraba alguna incomodidad, que ya me imagino que no, porque todo fue muy «polite». Era un acto entre socialistas...
Ver Más