Mallorca y Sporting de Gijón empataron sin goles en Son Moix y no alcanzaron ninguno de los objetivos que se habían propuesto; ni el liderato para los bermellones, ni la plaza de ascenso directo a la que optaba el conjunto gijonés.
El equipo de Luis García no aprovechó la derrota del Espanyol para atrapar la cima de la clasificación, y las tablas, segunda de la temporada en casa, frenan su escalada hacia la primera posición. El Sporting ha sumado un meritorio punto en un campo difícil, pese a que se presentó hasta con seis bajas en sus filas. El conjunto gijonés fue mejor que su rival en la primera parte. Generó hasta tres ocasiones (mins. 2, 11 y 19) muy claras de gol, en un partido que siempre tuvo controlado. Muy clara fue la jugada protagonizada por Aitor García, que remató a quemarropa ante un Manolo Reina providencial para su equipo.
Los bermellones solo fueron capaces de acercarse con peligro hasta la meta de Mariño una vez (min. 4), pero Mboula no acertó con el remate final.
El Mallorca no encontró en este período ni el juego ni la claridad suficiente para hacer daño a un Sporting muy cómodo sobre el césped.
En la segunda parte, el juego local fue más incisivo y, en algunos momentos, logró meter a los visitantes en su campo.
Ese dominio, sin embargo, no se tradujo en ocasiones claras de gol para los bermellones. Luis García movió el banquillo y entraron Murilo de Souza por Jordi Mboula y Aleix Febas por Salva Sevilla, que tenía una tarjeta amarilla. En el tramo final, Alexandar Trajkosvki sustituyó a Amath Ndiayé.
El Sporting siguió a lo suyo, aunque cada vez con menos fe en el ataque. De hecho, el dominio mallorquinista fue intenso en el tramo final, pero no lo suficiente como para comprometer al férreo bloque defensivo visitante.
