Estás trabajando en un proyecto, un escrito o simplemente haciendo bricolaje o jardinería y al cabo de un rato el mundo desaparece y solo existe la tarea y tú. Pasan las horas sin que te des cuenta y tu mente parece funcionar sobre raíles. Tu productividad está por las nubes y terminas ates de lo previsto.
Este estado ha sido descrito psicológicamente como estado de flujo (flow), también conocido coloquialmente como estar en la zona. La persona está totalmente conectada con la tarea y experimenta una sensación de concentración energética, participación plena y disfrute en el proceso de la actividad. Da igual si eres un bailarín en escena o un pintor de brocha gorda.
El estado de flujo recibe su nombre del psicólogo húngaro Mihály Csíkszentmihályi, que lo describió en 1975 en sus investigaciones y su libro Fluir (flow): una psicología de la felicidad. Según Csíkszentmihályi, este estado nos es familiar desde nuestra infancia porque está asociado al juego.
Cuando nos quedábamos absortos durante horas con un libro, un juego de construcciones o un videojuego, estábamos en este estado de flujo. A medida que nos hacemos adultos estos estados son cada vez más infrecuentes, y más aún en la sociedad actual en la que estamos sometidos a constantes estímulos y distracciones.
Se ha podido comprobar que el estado de flujo en adultos produce incrementos asombrosos de la productividad. En un estudio de McKinsey se vio que los ejecutivos que entraban en esta especie de trance eran un 500% más productivos. Es decir, que podían hacer el mismo trabajo en cinco veces menos tiempo, básicamente trabajar el lunes y tomar el resto de la semana libre. Eso sí, en una semana normal solo se encontraban en este estado un 10% del tiempo.
Pero más allá de la productividad, el estado de flujo produce una sensación de felicidad. En experimentos en los que participaron miles de voluntarios midiendo sus emociones a lo largo del día, se pudo comprobar que aquellos que experimentaban estado de flujo con mayor frecuencia también eran quienes tenían mayor satisfacción y sentimiento de felicidad en su vida.
El estado de flujo está relacionado con el fenómeno psicológico del hiperfoco; sin embargo, el hiperfoco no siempre es positivo, ya que puede relacionarse con comportamientos compulsivos como ver la televisión o jugar a videojuegos sin que se esté disfrutando de ello. También puede darse hiperfoco cuando una persona inicia o se intenta concentrar en demasiados proyectos a la vez pero no es capaz de completar ninguno.
Un mito muy extendido sobre el cerebro es el de que solo usamos el 10% de nuestra capacidad mental. Sería de esperar que en el estado de flujo se activara una porción mayor del cerebro, especialmente de la corteza prefrontal, donde se encuentran las funciones más elevadas, como la lógica y la planificación.
Lo que ocurre es exactamente lo contrario. En el estado de flujo baja la actividad en el lóbulo prefrontal, es decir, se usa menos el cerebro. El motivo es que la activación excesiva del cerebro es un enorme inconveniente. Es lo que ocurre en las personas deprimidas o ansiosas: su lóbulo prefrontal está hiperactivo pensando en el pasado o en el futuro.
En el lóbulo prefrontal también se encuentra nuestra identidad, lo que se llama la red de modo por defecto. Cuando se baja el volumen a esta parte porque estamos concentrados en una tarea desaparece nuestro conciencia de nosotros mismos, y con ello también la autocrítica, el miedo. La voz en nuestra cabeza guarda silencio.
¿Cómo conseguir este estado de nirvana? No hay una sola receta, pero hay varios factores que propician la entrada en un estado de flujo. Según Steven Kotler, autor del libro The Rise of Superman, estos son los determinantes:
También hay determinados elementos que pueden ayudar. Entre otros, el entorno de trabajo. Curiosamente durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19 se incrementó la productividad, especialmente de los trabajadores que dependen de la creatividad y la capacidad de concentración, como diseñadores gráficos o programadores. Las oficinas actuales, con sus espacios abiertos y constantes interrupciones, parecen diseñadas a propósito para impedir el estado de flujo.
If We Are So Rich, Why Aren't We Happy?
Si somos tan ricos, ¿por qué no somos felices?
Las personas autóctonas, las que a menudo están en flujo, también tienden a reportar estados más positivos en general y a sentir que sus vidas tienen más propósito y significado.
El juego y las recompensas intrínsecas
Un análisis de las experiencias comunicadas de las personas que participan en diversas formas de juego (por ejemplo escalada, ajedrez, danza, baloncesto, composición musical) sugiere que las cualidades que hacen que estas actividades sean agradables son las siguientes: a) la persona es capaz de concentrarse en un campo de estímulos limitado, b) en el que puede utilizar sus habilidades para satisfacer demandas claras, c) olvidando así sus problemas, y d) su propia identidad separada, e) obteniendo al mismo tiempo una sensación de control sobre el entorno, f) lo que puede dar lugar a una trascendencia de los límites del ego y la consiguiente integración psíquica con los sistemas meta personales.
Increasing the meaning quotient of work
Aumentar el cociente de significado del trabajo
Cuando preguntamos a los ejecutivos durante el ejercicio de máximo rendimiento cuánto más productivos fueron en su pico que en promedio, por ejemplo, obtenemos un rango de respuestas, pero la más común en los niveles superiores es un aumento de cinco veces. La mayoría informa que ellos y sus empleados están en la zona de trabajo menos del 10 por ciento del tiempo, aunque algunos afirman que experimentan estos sentimientos hasta en un 50 por ciento del tiempo.
Flow experience and the mobilization of attentional resources
La experiencia de flujo y la movilización de recursos de atención
De acuerdo con el patrón regional de activaciones neuronales encontrado, una experiencia de flujo podría posiblemente, debido a la activación simultánea de la red de atención frontoparietal lateral (Corbetta & Schulman, 2002) y la desactivación del PFC medial, sugerir una ausencia de preocupación y autopreocupación por el propio rendimiento.