WASHINGTON, noviembre 22.- La narrativa de fraude electoral de Donald Trump pierde adeptos entre los republicanos que le urgen aceptar la derrota ante Joe Biden, tras el fallo judicial en Pensilvania.
Después del duro revés en Pensilvania este sábado, el presidente saliente Trump, enfrenta una mayor presión de sus correligionarios republicanos para que abandone su meta de revertir los resultados de las elecciones del 3 de noviembre.
Muchos en el llamado partido rojo le llaman a reconocer su derrota ante el demócrata Biden. Hasta el momento, los intentos del equipo de Trump por impedir la certificación de los resultados no han tenido eco en los tribunales federales de estados como Georgia, Míchigan y Arizona, reseña HispanTV.
El sábado, el magistrado Matthew Brann desestimó la demanda más importante que la campaña de Trump había presentado en el estado de Pensilvania (noreste), mediante la cual pretendía invalidar millones de votos emitidos por correo.
Para que Trump permanezca en la Casa Blanca por otros cuatro años, necesita eliminar la ventaja de 81 mil 813 votos de Biden en Pensilvania. El estado comenzará a certificar los resultados electorales de sus condados mañana lunes.
El grupo de abogados de Trump prometió presentar una apelación con carácter urgente ante el tribunal federal de Pensilvania, no obstante, los letrados estatales sostienen que no tienen tiempo material para tales revisiones.
Algunos de los republicanos en el Congreso están moviendo fichas para romper filas con la narrativa acusatoria en contra de los demócratas y apoyar la transición pacífica del poder.
El senador republicano por el estado de Pensilvania, Pat Toomey, dijo que el fallo judicial cierra cualquier posibilidad de una victoria legal en este territorio y pidió a Trump que concediera de una vez las elecciones a Biden.
Además, Liz Cheney, congresista republicana por el distrito de Wyoming en la Cámara de Representantes, instó al magnate inmobiliario a respetar la voluntad del pueblo estadounidense.
