Por David Prieto García-Seco. La palabra
tobogán comenzó a leerse en la prensa española, con diversas grafías (
toboggan,
tobbogan e incluso
tobboggan), a finales del siglo XIX: «El juego de
tobbogan, trasmitido a los canadienses por las pieles rojas, es una variedad del juego de las "montañas rusas". [...] Imaginad en el flanco de una colina de nieve una pendiente casi vertical y pulimentada como un espejo por la frotación insesante [sic] de veinte tobbogans. [...] Cada tobboganista se viste con un traje de lana blanco, con dibujos bordados. [...] [...]