Con seis meses de restraso respecto a otros países europeos, pero al final llegó la medida. El Gobierno español rectificó ayer en su empeño de mantener el IVA de las mascarillas en el 21% y lo rebajará al 4%. El nuevo tipo impositivo se aprobará finalmente el próximo martes en el Consejo de Ministros mediante un Real Decreto-Ley y solo falta que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explique si la entrada en vigor será inmediata o no.
Otros países como Alemania, Francia y Portugal rebajaron este impuesto hace meses al 5 y el 6 por ciento, mientras Países Bajos, Bélgica o Italia optaron directamente por eliminarlo provisionalmente. La presión social y sanitaria en nuestro país han ganado finalmente el pulso... pero, para muchos, aún no es suficiente.
Numerosos hogares han visto hasta la fecha cómo sus bolsillos encogían por la compra impuesta de mascarillas para afrontar la pandemia. Se calcula que en la actualidad una familia dedica un coste mensual medio de entre 24 y 105 euros según el modelo de mascarilla que utilicen. No son pocas las personas que por la imposibilidad de dedicar este presupuesto a mascarillas no hacen un buen uso de ellas y reutilizan la misma como medida de ahorro, con el riesgo que ello supone para su salud y la del resto de las personas con las que se relaciona, tal y como alertan los sanitarios.
Según una reciente encuesta elaborada por la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN), además de la rebaja del IVA, que es la medida que más han demandado desde hace meses, las familias numerosas creen que habría otras vías con las que el Gobierno podría apoyarlas. Se refieren a que asuma parte del gasto como gasto sanitario. Así, una de cada cuatro familias cree que «se podrían dar unas mascarillas gratuitas en las farmacias cada mes», lo que les permitiría no tener que comprar tantas; o hacer una especie de copago, como con los medicamentos, opción que comparte un 38,6% de los encuestados.
Pese a todo, el presidente de la FEFN, José Manuel Trigo, reconoce a ABC que la reciente medida del Gobierno «aunque no lo parezca es una gran medida porque hay muchas familias que están pasando por una situación crítica debido a los ERTE, a los cierres de sus negocios, a situaciones de paro... y en este panorama, cuantos más hijos se tiene, más grave es. No obstante, aunque la rebaja es bien recibida, siempre se puede hacer más y reducir el IVA por mascarilla a cero euros. Para las familias, y más para las numerosas, un euro es un euro», señala.
La familia de Cristina —que vive con su marido, sus tres hijos y su madre— declaraba recientemente a ABC Familia que hacía «malabares para comprar y alargar el uso de las mascarillas porque no les quedaba otra opción debido al alto coste que suponen». Cada mes, esta madre compra una caja de de 50 unidades que le cuesta 50 euros a los que hay que añadir el coste de las de tela, unos 20 euros. «En total, algo más de 70 euros en un artículo que nos viene impuesto, que es obligatorio desde el mes de mayo», lamentaba.
Hoy apunta que «estamos encantados porque nos vamos a quitar un pellizco importante de nuestro presupuesto familiar». Pero, aun siendo importante, «no es suficiente porque llevar mascarilla es un imperativo. Dadas las dificultades económicas que atraviesan la mayoría de los hogares, el Gobierno debería asumir por completo el gasto para que la población pueda acceder a las mascarillas de forma gratuita. El coste beneficio-gasto es muy significativo porque si todos las llevamos, y de la manera adecuada, se reduce el número de contagios y todo lo que ello implica para el sistema sanitario y, por ende, para la economía del país», concluye.