«Es verdad que al PSOE le ha dado miedo el pacto», respondió ayer el presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, al anuncio el lunes por parte de los socialistas, entre duras críticas, de que abandonaban la mesa de negociación de la Sanidad por lo que consideraron «deslealtad» del Gobierno autonómico y su dirigente. «Parece que no se ha sentido cómodo» ya que, consideró Mañueco, «pactar» con el Ejecutivo «no es la forma habitual» de actuar del PSOE cuando está en la oposición.
«Tiene que abandonar esa actitud de oposición a todo», reclamó el presidente de la Junta, quien consideró que ésta es la «forma habitual de hacer oposición» de los socialistas encabezados por Luis Tudanca en la Comunidad. Así lo afirmó después de firmar en el seno del Diálogo Social con Cecale y los sindicatos UGT y CC.OO. el Plan de Choque para la protección de la actividad económica y el empleo en medio de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19. Un acuerdo que, según el jefe del Ejecutivo autonómico, «se han vuelto a equivocar» aquellos que «han estado haciendo de profetas del desastre». Además, recordó que este Plan se enmarca dentro del Pacto por la recuperación firmado el pasado mes de junio por la Junta y los principales partidos políticos con representación en las Cortes, incluido el PSOE. Un documento, dijo, que marcó la «hoja de ruta» para las actuaciones «presentes y futuras». Un acuerdo que fue un «ejemplo en toda España» por ser «pionero» y aglutinar a diferentes ideologías y «un ejemplo de lo que nos piden las personas de Castilla y León».
A las Cortes
Desde el bloque socialista, que el lunes anunció su decisión de «romper» con la Junta y erigirse en un Gobierno «en la sombra» estrechando relaciones con los diferentes sectores, la secretaria de Organización del Partido Socialista en Castilla y León, Ana Sánchez, reclamó ayer un «Plan de Choque» para «salvar la hostelería» en la Comunidad. Pide una dotación de 40 millones de euros en ayudas a este sector, informa Ep. En este sentido han presentado una iniciativa que se debatirá en el pleno de las Cortes el próximo miércoles y ante la que la número tres de los socialistas confió que la Junta «no tenga la desvergüenza de votar en contra». El plan que plantea el principal partido de la oposición contempla 40 millones de ayudas a la hostelería, cheques resistencia para microempresas de menos de 10 trabajadores, con ayudas de 150 a 300 euros semanales o la flexibilización de alquileres.
