Bruselas quiere una Unión Europea con cuatro o cinco grandes operadores que den servicio en todos los Estados miembros, entre los cuales estaría Telefónica. Desde la Comisión Europea se mira con preocupación la situación de la gran mayoría de las compañías de telecomunicaciones del viejo continente.
El objetivo de este proyecto, abanderado por el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, pasa porque grandes operadores de telecomunicaciones europeos absorban a los Operadores Móviles Virtuales (OMV) y compañías de menor tamaño para consolidar el mercado. "Breton considera que el sector está muy fragmentado, lo que genera deficiencias y grandes costes para las compañías. Su apuesta pasa por crear un Mercado Único de las Telecomunicaciones", han explicado a Vozpópuli fuentes cercanas a Bruselas.
Breton propone otros grandes operadores, además de Telefónica, para el nuevo escenario. A saber: Deutsche Telekom, Orange, Vodafone y Telia Sonera, a los que se podría sumar Telecom Italia y quizá alguna otra gran compañía más. Los planes de la Comisión Europea pasan porque cualquier ciudadano de la Unión Europea puedan contratar servicios con cualquiera de estas marcas, independientemente del lugar en que resida.
En la actualidad, la Unión Europea está conformada por unos 400 operadores de telecomunicaciones, casi todos de pequeño tamaño, que ofrecen servicio alquilando las redes de telecomunicaciones de las grandes compañías. El proyecto de consolidación se favorecerá desde Bruselas allanando el camino para que se produzcan compras y absorciones en el sector. Será largo en el tiempo.
Breton impulsa al menos desde principios de este año esta propuesta en círculos internos. Inicialmente contó con la oposición de la comisaria de competencia, Margrethe Vestager, pero ahora la eurodiputada está alineada con la postura de Breton, según aseguran fuentes cercanas a Bruselas. Se trata de insuflar aire a las grandes compañías de telecomunicaciones europeas, a pesar de que esto supondrá el encarecimiento de las tarifas para el usuario final.
Desde las grandes telecos señalan el exceso de competencia como la causa de la pérdida de márgenes e ingresos. Las pequeñas compañías, con menores costes operativos y mayores posibilidades de competir en precio, han forzado a las grandes corporaciones a reducir el coste de las tarifas, con la consiguiente reducción de los ingresos por usuario.
Como decimos, la consolidación del sector aumentaría el coste de la factura de las telecomunicaciones para el usuario final, pero fortalecería a las grandes marcas europeas, que podrían competir con los gigantes del sector internacional. Como es lógico, las grandes telecos están encantadas con la música, no así los pequeños actores. En el caso de Telefónica, fuentes cercanas al operador dirigido por José María Álvarez-Pallete aseguran que la nueva propuesta de Europa para el sector de las telecomunicaciones es visto por el gigante azul como un escenario más justo que el actual, que permitirá al sector desarrollarse con mayores garantías.
Los mercados chino y estadounidense son, por tamaño y relevancia estratégica, los más importantes a escala mundial junto al europeo. En el caso de China hablamos de un país con 1.400 millones de habitantes y tres operadores móviles en posesión de la mayor parte del mercado: China Mobile, China Unicom y China Telecom. En Estados Unidos la población alcanza los 328 millones de personas, a las que dan servicio mayoritariamente tres grandes operadores: Verizon, AT&T y T-Mobile.
El mercado europeo de las telecomunicaciones, atendiendo al número de ciudadanos que habitan dentro de las fronteras de la Unión Europea, es de 446 millones de personas. En cuanto al número de grandes operadores en el viejo continente, la cifra ronda los 80, y alcanza los citados en torno a 400 si se incluye a los de menor tamaño.
El comportamiento de las grandes compañías europeas de telecomunicaciones durante los últimos años no deja lugar a dudas sobre la crisis que atraviesa el sector. Si nos fijamos en el valor de la acción de las cuatro más representativas, en el último lustro todas han recortado su capitalización de forma notable. Algunas hasta en tres veces, como es el caso de Telefónica.
Las acciones de la alemana Deutsche Telekom, que actualmente tiene un precio de mercado de 71.100 millones de euros, se compraban hace cinco años por 17,5 euros, en comparación con los 14,9 euros por los que se intercambian en la actualidad, lo que supone un descenso del 14,9%. Es la teleco que menos pierde de las cuatro grandes.
Vodafone capitaliza 34.000 millones de euros y ha visto descender su acción desde los 2,5 euros hasta los 1,3 euros, perdiendo un -48% de su valor. Por su parte Orange tiene un valor de mercado de 26.900 millones de euros, mientras sus acciones han pasado de valer 17 euros a 10,2 euros en el último lustro (-40,6%). Por último, Telefónica ha visto descender su acción desde los 12 euros hasta los 3,3 euros en los últimos cinco años. Su capitalización bursátil es de 17.700 millones de euros y ha perdido en total un 72,5% de su valor.