Es lo que en este momento debe estar repartiendo la mismísima Britney Spears luego de que la condenaron a seguir bajo la tutela de su progenitor sin cuyo consentimiento no puede hacer más ná. Para todo tiene que pedir permiso; o sea, está bien que tuvo una época donde vivía al borde del abismo, pero no se vale que le impidan ser la arquitecta de su propio destino.
Es increíble que la intérprete de “Hit me baby one more time” no pudiera, si así lo quisiera, ir con los panistas para que le ayuden a cargar sus maletas como hicieron con las quince maletas repletas de dinero que les mandó MarcheloOdebrecht, según ha revelado Rafael Jesús Caraveo, hombre al servicio de varios senadores blanquiazules, entre los que destaca el hoy góber de Querétaro que anda tamañito.
Igual, Britney tendría que pedirle permiso a su jefecito si quisiera afiliarse a Sí por México no porque comparta sus ánimos ultraderechosos, sino para dos cosas: treparse a la tremenda mesa que más aplauda donde armaron su aquelarre los del PRIAN-PeRDeré, e interpretar como corresponde su clásico “Ooops! I did it again!”; y de paso conseguir lo que hace el tal Equis González y que habría sorprendido al propio Karl Marx: que su pequeña revolución enano burguesa fuera deducible de impuestos. Me dicen que, en caso de que le apliquen el IVA y el ISR a su lucha combativa este gobierno enfermo de “embate tributario”, es muy probable que sean sus empleados y del resto de los magnates que lo acompañan en esta alegrita aventuraultraderechosa, los que terminen financiando sus sueños nixonianos. Digo, cómo voy a creer que después de comprarse sus partidos y reclutar intelectuales, todavía tengan que pagar impuestos. Si para eso son los fobaproas, por dios.
Ya ven que lo de la fifisauriza es dar el golpe, imponer una dictadura y esconder la mano. Ahora sabemos a pesar de haberlo negado, tanto Nixon como Kissinger complotaron con Pinochet para derrocar a Salvador Allende. Sus herederos trumpistas quisieron hacer lo mismo en Bolivia con Evo Morales, pero ya se la pellizcaron.
Como quiera que sea, pobre de la mítica señora Spears que no tiene ni la libertad de conseguirle una terapia de pareja a Sabina y Ackerman.
Por eso y otras cosas más (nunca conseguiría afiliarse a Sí por México porque se parece mucho a Kafkapulco Shore), la Britney reparte britneyseñales y anuncia que no dará shows mientras su tóxico padre sea su tutor legal.
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