Dos exposiciones del artista Cristóbal Gabarrón protagonizan la conmemoración, en Valladolid, del 75 aniversario de Naciones Unidas, en un momento marcado por las consecuencias del ovid-19, que precisa de la «solidaridad, la cooperación y la paz» en la sociedad. Así lo ha reseñado el director general de Naciones Unidas y Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Marcos Gómez, quien ha incidido en la importancia de «preservar los propósitos y principios de los que crearon Naciones Unidas, un 24 de octubre de 1945».
En un acto celebrado este sábado en la capilla del colegio de San Gregorio de Valladolid, escenario de la conocida como «Controversia de Valladolid» en la que se «forjaron los conceptos básicos de los Derechos Humanos, hace casi 500 años», tal y como ha recordado Gómez, Gómez ha advertido de que «hacen falta más Naciones Unidas, y más cooperación entre los estados».
Por su parte, el secretario de la Organización Mundial de Turismo, Zurab Pololikashvili, ha coincidido en resaltar la «solidaridad, cooperación y la dignidad», como claves para «recuperarnos de los efectos devastadores de la pandemia» y la importancia del turismo para la «recuperación económica», informa Efe.
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha hecho hincapié en el protagonismo que tuvo la ciudad en el desarrollo de los Derechos Humanos, con esa «Controversia de Valladolid» en la que se sentaron las bases de los Derechos Humanos, estableciendo los de los indígenas, durante la conquista de América. «Naciones Unidas ha tenido luces y sombras, pero ha pasado de estar formada por 50 estados a contar con 193 en la actualidad, y se ha convertido en el principal referente de la lucha por el progreso y el bienestar de la humanidad», destacando la presencia de «95.000 cascos azules en 13 misiones repartidas por diferentes partes del mundo», ha señalado Puente.
Cristóbal Gabarrón, el «humanista del color», ha centralizado este homenaje de Valladolid a los 75 años de Naciones Unidas, con la obra «Escultura de Luz», ubicada en la Plaza de San Pablo de la capital y con la exposición que acoge el Museo Patio Herreriano, que muestra una retrospectiva de su trabajo, y su vinculación con la organización internacional.
El autor ha mostrado su «ilusión, orgullo y felicidad» por que su obra, tras recorrer varios países, pueda verse en su ciudad, a través de piezas originales que supusieron el inicio de su colaboración con Naciones Unidas en 1986, y tambien sus últimas obras «de línea intimista», basadas en el «odio, el amor, la muerte y la vida».
