¿Qué nos espera después de la pandemia del COVID-19? Nos esperan grandes cambios que nos obligarán a renovarnos o morir. La nueva normalidad nos ha obligado a usar más la tecnología digital, pero tenemos que prepararnos para enfrentar a un nuevo orden mundial.
Este nuevo orden está influenciado por la teoría de la conspiración que trata de la instalación de un nuevo orden mundial que supone la existencia de un plan diseñado para establecer un Gobierno único en el mundo, controlado por los hombres más ricos y poderosos para crear una burocracia que todo lo controle.
La primera noticia que se tiene de esta teoría es la creación de la Sociedad de las Naciones creada por el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, después de la Primera Guerra Mundial que derivó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se especula sobre los dirigentes de esta conspiración a grandes personalidades del mundo de las finanzas, gobernantes poderosos sin distinguir la ideología, así pueden ser socialistas, comunistas y/o capitalistas; dirigente de grupos de poder como los illuminati y los masones y tan disímbolos como la Iglesia Católica y la Cosa Nostra; los principales dueños de los medios de comunicación; familias prominentes como los Rotschild, los Rockefeller, los Morgan, los Kissinger y los Du Pont; los bancos centrales, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Reserva Federal de EU; Organizaciones como la Comunidad Europea y la OTAN, miembros de la realeza como la reina de Noruega, el Grupo Bilderberg, los presidentes de corporaciones como General Motors, Pepsi y Chyrsler.
Para lograr el nuevo orden mundial los conspiradores se valen de una serie de programas, actividades y armas secretas, formas sofisticadas de vigilancia sobre la población, el control mental; investigación y desarrollo de armas que controlan el clima y la diseminación de enfermedades pandémicas para disminuir la población.
La globalización y el neoliberalismo han dado lugar a que unos pocos individuos acumulen cuantiosas riquezas que ya no llenan sus aspiraciones y ahora buscan el poder, como Bill Gates (Microsoft), Jeff Bezos (Amazon), Warren Buffet (Berkshire), Bernard Arnoult ( LVMN), Amancio Ortega (Indetex), Larry Ellison (Oracle), Mark Suckerberg (Facebook), Jens Wallton (Walmart) y Steven Ballmer (Microsoft).
Se espera que los efectos de la pandemia del COVID-19 se prologuen por dos años más, esto es que 2020 y 2021 serán dos años perdidos y después tenemos que adaptarnos al inicio del nuevo orden mundial. Disminuirán los empleos, se institucionalizará el trabajo en casa, muchos edificios de oficinas quedarán desocupados, habrá cierre de empresas y fábricas, abundancia de quiebras y suspensión de pagos, desempleo, hambre; se incrementará la delincuencia, habrá desabasto de productos de la canasta básica, los precios se dispararán más de lo que ya están que, en lo que va de este año, han aumentado entre 10 y 20 por ciento.
La posibilidad de que se establezca un nuevo orden mundial no está cerca, ni es fácil de lograr; el proceso será muy lento. Mientras tanto tienen que acabar con los gobiernos populistas que provocan la xenofobia, el autoritarismo, la demonización con culpabilización de las víctimas y acusan de todo al conspiracionismo.
