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Clara Lago ha demostrado en diversas ocasiones que sabe buscar el lado bueno de las cosas y que no tiene tanto que ver con Amaia, de «Ocho apellidos vascos». Ayer, aunque la jornada se preveía intensa y el calor incesante, la actriz mostraba su mejor sonrisa a la prensa y las decenas de cinéfilos que se acercaron, con precaución, hasta la puerta del céntrico hotel donde se encontraba. «Es una maravilla que podamos estar aquí», comentaba mientras posaba para el fotógrafo de ABC. Desde que terminaron los días de confinamiento, que pasó junto a Dani Rovira mientras este se recuperaba de un cáncer, no ha parado de trabajar. Hace apenas unas semanas estaba en Madrid rodando la segunda entrega de la serie «El Vecino» (Netflix). Hasta Málaga viajaba para presentar «Crónica de una tormenta», la película que protagoniza junto a Ernesto Alterio y que compite en la Sección Oficial del certamen.
«Crónica de una tormenta» nace de la adaptación de una obra de teatro llamada «Testosterona». «En ella se cuenta el encuentro entre el director de un periódico (Ernesto Alterio) y Macarena, la subdirectora, en un momento complicado. Juntos, y de forma más o menos involuntaria, se quedan atrapados dentro de la Redacción en medio de una tormenta durante la Nochebuena. Todo esto sucede cuando él está preparando la transición de la dirección por motivos que prefiero no adelantar», explica.
La madrileña interpreta a Maca, una mujer fuerte e inconformista que ha llegado a uno de los cargos más altos de un periódico tras años de trabajo en la Redacción. «Tiene una idea de justicia diferente. Es de esas que no se conforman con las cosas solo “porque son así”. Cree en una forma de trabajo distinta, basada en el bienestar de un equipo más horizontal», dice. Ella competirá contra el otro subdirector, Vargas, un periodista manipulador que se las sabe todas. «Esta película ha sido un regalo. Tener secuencias de 15 páginas, que se escuche el “acción” y que no se oiga nada más, ese “corten”, hasta pasados 15 minutos, para mí fue un lujo como actriz. Lo peor fue el poco tiempo que tuve para prepararla. Apenas pasaron unos días entre el final del rodaje de la primera temporada de “El Vecino” y el inicio de este», confiesa.
Discriminación
Clara Lago
Detrás de la trama de «Crónica de una tormenta» se esconden diálogos que ejercen de crítica a la discriminación laboral que sufren las mujeres, especialmente en las altas esferas. «Es una realidad y una que se puede aplicar a muchos otros ámbitos profesionales, no solo al periodismo. Vivimos en una sociedad aparentemente más moderna que las anteriores, pero lo cierto es que estas desigualdades sigue pasando. Por suerte, yo no lo he vivido de cerca. En los rodajes me parece que es todo más como sueña Macarena, más horizontal. En un set de grabación da igual quién seas. Si al final del día todos y cada uno de los jefes de departamento no han dejado su ego al lado, el trabajo no va salir. Es un gran engranaje que tiene que encajar a la perfección. No hay lugar para egos», apunta. ¿Y la maternidad? «Creo que eso es algo aún más complejo. Puede que sea por el arraigo social que hay, no lo sé porque no soy madre. Pero sí es cierto, por lo que he podido ver y escuchar de gente de mi entorno, que las mujeres son las que se hacen cargo de los pequeños durante los primeros años de vida. Son las que se encargan de la conciliación y eso no es tarea fácil», responde.
Aunque la película se grabó en 2019, tiene algo de premonitorio ya que un personaje cercano a Maca padece una grave enfermedad. «No lo había pensado así. El rodaje de “Crónica de una tormenta” terminó hace ya un año y mi desconocimiento del futuro me impidió conectar la película con lo que iba a suceder. Para mí, ha sido un regalo poder acompañarle [a Dani Rovira] en una circunstancia como ésta», asegura. Al cómico y actor malagueño le diagnosticaron un Linfoma de Hodgkin el pasado mes de marzo, en pleno confinamiento por el coronavirus.
Por suerte, la actriz pudo pasar esos días tan duros junto a él. «Una enfermedad como la que ha sufrido él no es algo agradable, eso está claro. Pero la pandemia y el confinamiento nos han permitido poder volcarnos al 100% con ella. La vida se ha parado en el momento en el que lo necesitábamos. Yo solo tenía que preocuparme de cuidarle y él de recuperarse. Hemos tenido mucha suerte en ese sentido porque enfermedades como esta van y viene todos los días. Te puede llegar en mitad de la vida, con las facturas por pagar, los niños, los planes…», reflexiona. Hace poco más de una semana anunciaba que había superado el cáncer: «Hoy es el primer día del resto de mi vida. ¡Estoy curado! Todo acaba y todo empieza hoy. Seis meses de subida a una de las montañas más duras a las que me he enfrentado, pero al fin llegué a la cima y, creedme, las vistas desde aquí son preciosas», escribía Dani Rovira en Instagram. «Hemos aprendido mucho de esto y todo ha salido bien. Él ya está rodando», añade.
Solidaridad
Durante la cuarentena también pusieron voz y rostro a una importante campaña de recaudación, ejecutada de mano de la Fundación Ochotumbao, una iniciativa de ambos para apoyar proyectos solidarios, de medio ambiente y en defensa de los animales. «Puede que sea el proyecto más bonito que haremos nunca. Es un privilegio contar con una plataforma así con la que poder ponerte en acción rápido. Durante el confinamiento recibimos muchísimas donaciones y con ese dinero pudimos donar material a hospitales de Málaga, Granada y Sevilla. Pero esto es gracias al gerente Dani Solano, que es quien saca todo adelante», concluye.