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Va a ser difícil readaptar al pie a llevar zapatos durante muchas horas a medida que recuperemos el pulso a la actividad con la relajación de las medidas posconfinamiento. A muchos ya os estará ocurriendo, de hecho. Pero no es menos cierto que si de algo tendrás ganas es, precisamente, de hacer todo lo contrario que has estado haciendo en las últimas semanas: igual que ya no querrás cocinar durante un tiempo por muy cerca que estés del nivel de los chef estrellas Michelín tras dos meses imitando sus recetas compartidas en Instagram, tampoco te apetecerá demasiado seguir vistiendo en chándal. Completamente normal. La buena noticia, si este es tu caso, te la vamos a dar a continuación: la moda va dejando atrás las ugly sneakers y los joggers en favor de caminos más sofisticados, pero tan confortables como el que ha transitado estos últimos años. Y la prueba es que el calzado de moda no es tanto un estilo concreto como un tipo de suela: de goma y gruesa, neumática, que se escapa de las botas militares y de montaña para dar el salto al zapato urbano.
El terreno laboral como inspiración
Así están rematados los zapatos que llevarás esta temporada primavera verano para no ir en deportivas blancas todo el día. La moda del 2020 invita a lucir zapatos ultrarresistentes, con un toque basto, a medio camino entre lo militar y lo montañero -ambas cosas están relacionadas entre sí a su vez precisamente por detalles como la suela de caucho- en determinados diseños, y muy relacionado con el universo de los uniformes laborales, ese que ya viene siendo fuente de inspiración para los grandes creadores en lo que a ropa se refiere, con los monos de pintor, las chaquetas con detalles reflectantes o los pantalones cargo. Eso sí, en todo caso hablamos de un calzado ecléctico y muy moderno, porque en tu vida habrás llevado un náutico o un mocasín con la suela a la que nos referimos.
Los mocasines, los mejores compañeros en la temporada primaveral - Tods
El mocasín siempre ha estado ahí, y más en la moda masculina clásica española. Es un zapato básico del verano español, del mismo modo que lo es el náutico. En nuestro país siempre hemos llevado más este corte de calzado en los meses cálidos de lo que la moda haya dictado porque, entre otras cosas, conviven muy bien con nuestro clima y nuestra cultura marina, pero desde el 2019 encima son tendencia. Lo fueron muchísimo el verano pasado, cuando se llevaron de todas las formas y maneras, hasta en clave muy deportiva con calcetines de este estilo, y mantienen el pulso en este 2020, pero ya no es el calzado de moda por excelencia. Ahora tiene rivales como su primo hermano, ya mencionado, el náutico, la bota de caña baja -en verano será difícil de sostener en según qué climas- y sobre todo el zapato tipo blucher. En todos los casos, la suela neumática gruesa es la pareja de baile.
Nos quedamos con este último, el conocido como
blucher
, con el tipo de zapato que más juego está dando ya desde que arrancó la temporada porque se adapta de maravilla a suelas más neumáticas más llamativas. Y además cumple como ningún otro ese carácter resistente y duradero hacia el que apunta la moda cuando centra su mirada en los uniformes de trabajo e incluso en los escolares, porque el zapato del momento, al menos a nosotros, nos recuerda a ese momento en el que antes de ir al cole cuando ibas al cole tocaba ponerse ese uniforme cuyo pantalón picaba como un demonio. Este era un suplicio, pero los zapatos, en cambio, eran una gozada: ya podías meterte en la piel de los mejores futbolistas del momento y pasarte los recreos tratando de replicar sus mejores jugadas, que los zapatos resistían el curso entero.
Las zapatillas blancas merecen un respiro en los looks informales - Instagram @johanesshuebl
Vuelta al armario infantil
La mayoría de esos zapatos, aunque en versión infantil, eran -y son- tipo blucher, también conocido como
derby
, es ese zapato que muy similar al oxford pero con dos o tres detalles que los diferencian a simple vista: son lisos, no tienen el pespunte horizontal que cruza la puntera; son de horma ancha, más informal, en la línea de los pantalones de sastrería de pinza italiana que tanto se llevan; y las lengüetas van integradas en el cuerpo del zapato y no separadas de este, al revés de lo que ocurre con las tapetas de los cordones, que en vez de ir integradas van cosidas.
En general, por la suma de todos estos detalles, se les considera un zapato más versátil, capaz de funcionar bien con traje pero con una cara B informal que es la que más nos interesa de cara al verano, y es la que más explotan los modelos que son tendencia al incorporar la suela neumática gruesa que es el elemento inamovible del calzado de moda.