Casi siete de cada diez personas con discapacidad en edad de trabajar no están en el mercado laboral (ni trabajan ni quieren hacerlo), la mayor parte de ellos son estudiantes o se dedican a labores del hogar, y en menor medida son jubilados o tienen una incapacidad que les impide tener un empleo.
Son datos de la encuesta «El empleo de las personas con discapacidad. Año 2017», del Instituto Nacional de Estadística (INE), que destaca la «baja participación» de este colectivo en el mercado laboral.
Así, el pasado año, solo el 35 % de las personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años) eran activas (estaban trabajando o buscando empleo), una tasa de actividad 42 puntos inferior a la de la población sin discapacidad.
Por su parte, la tasa de paro disminuyó un 2,4 por ciento y se situó en el 26,2%, 9,1 por encima de la de las personas sin discapacidad.
La tasa de empleo fue del 25,9% frente al 64,4% de las personas sin discapacidad y aumentó un 0,8 % respecto a 2016.