Se espera que en horas de la madrugada de este viernes lleguen al territorio nacional el primer grupo de cerca de 250 profesionales de la salud
Con la partida este jueves desde La Habana del avión Il96-300 de Cubana de Aviación rumbo a Brasilia se inicia el proceso de retorno de los 8 mil 300 médicos cubanos que finalizan su participación en el programa Más Médicos, creado en 2013 con el objetivo de llevar la asistencia médica a las comunidades más pobres y apartadas.
Cerca de 170 doctores que se encontraban de vacaciones en Cuba regresan a Brasil en este mismo vuelo para organizar personalmente el fin de su misión.
El Ministerio de Salud Pública anunció el pasado 14 de noviembre que Cuba daba por terminada su participación en el programa creado por el gobierno del Partido de los Trabajadores, debido a las amenazas y provocaciones del presidente electo, Jair Bolsonaro.
Unos 20 mil médicos cubanos han realizado más de 100 millones de consultas durante los últimos cinco años, llevando atención de salud a las zonas más intrincadas del gigante suramericano. Se calcula que unos 30 millones de brasileños perderán su cobertura sanitaria con la salida de los médicos de la mayor de las Antillas.
Nuestros cooperantes dejan Brasil con la frente en alto y la satisfacción de cumplir su trabajo con entrega y consagración, manifestó en entrevista con Prensa Latina la presidenta de la Comisión de Salud y Deportes de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Estela Cristina Luna.
La diputada, quien dirigió la brigada de profesionales cubanos en Brasil desde agosto de 2013 hasta febrero último, subrayó que la decisión del Minsap responde a una postura de principios, con los que la Revolución no negocia.
Por tanto merece todo nuestro apoyo esta decisión bien argumentada, precisó la parlamentaria y especialista en Medicina General Integral de Segundo Grado, Máster en Atención Primaria de Salud y profesora asistente de la Universidad de Ciencias Médicas.
De acuerdo con Luna, los cooperantes dicen adiós a muchas personas a las que nunca antes habían llegado otros profesionales; «hablamos de habitantes de lugares de difícil acceso y los más golpeados por la pobreza».
Ellos cambiaron un panorama en el cual la gente moría de enfermedades curables, y lo hicieron por su contacto directo con las personas y su consagración, sin tener en cuenta horario o días de la semana, destacó.
Con información de Cubadebate y Prensa Latina
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