S. F. - Comisiones Obreras reivindica otra fiscalidad para España, en general, y para Castilla y León, en particular que permita recaudar más dinero para destinarlo a la mejora del Estado del Bienestar y revertir los recortes derivados de la crisis económica
El sindicato ha elaborado un informe en el que revela que si se elevan los tipos del impuesto sobre la Renta (IRPF) en nuestra Comunidad hasta la media del conjunto de España, Castilla y León podría recaudar alrededor de 600 millones de euros más cada año. El estudio, facilitado por Ical, precisa que mientras que los rendimientos declarados en Castilla y León tienen un peso del 5,6 por ciento respecto del total -similar al 5,4 por ciento que tiene el PIB- los ingresos obtenidos sólo suponen un 4,8 por ciento. Una situación que el documento asegura que responde fundamentalmente a que hay una menor proporción de declarantes en los tramos altos de ingresos y mayor proporción de declaraciones por actividades económicas. A ello, el sindicato asegura que se suma una política fiscal autonómica «más laxa, con tipos impositivos de los más bajos de las autonomías y con la política de bonificaciones fiscales más generosa de todas».
CCOO constata que esa política de la Junta supone que las deducciones autonómicas de Castilla y León equivalgan a más del diez por ciento de las del conjunto de las autonomías, «más del doble de la proporción que supone la liquidación del impuesto».
El sindicato incide en que entre 2008 y 2016, el tipo medio del IRPF ha sido superior en España que en Castilla y León y que la brecha entre ambos tipos medios se ha ido agrandando año a año, como consecuencia de «un menor crecimiento de la economía de la Comunidad, unido a una política fiscal autonómica que favorece las mermas de recaudación».
En cuanto a las bonificaciones fiscales autonómicas, el 6,8 por ciento de declaraciones de IRPF presentadas en Castilla y León tuvieron alguna, por el 7,8 por ciento de las presentadas en España. El sindicato destaca que en Castilla y León no hay bonificaciones fiscales en las declaraciones con rentas inferiores a 6.000 euros, que sólo el 5,5 por ciento de quienes declararon rendimientos entre 6.000 y 12.000 euros tuvieron algún beneficio fiscal; y el tramo de ingresos entre 12.000 y 21.000 euros es el que tiene mayor proporción de bonificaciones.
Por ello CCOO de Castilla y León rechaza las bonificaciones fiscales. «Son unas medidas injustas, porque no pueden beneficiarse de ellas quienes tienen las rentas más bajas, lo que supone una clara discriminación hacia quienes más necesitan las políticas públicas». El informe insiste en la necesidad de que las administraciones públicas se impliquen con mayor intensidad en la lucha contra la economía sumergida y el fraude fiscal.
