Las monjas Clarisas han dejado este sábado el monasterio de la Santa Faz y la custodia de la reliquia de la que se ocupaban desde hace 500 años, objeto de verenación por unos 200.000 católicos cada año en una de las peregrinaciones más multitudinarias de España. A pesar de una inmediata movilización ciudadana con la recogida de más de 4.000 firmas en unos días, los alicantinos no han podido evitar este traslado.
El Obispado ha comunicado que no tiene nada que ver con esta impopular decisión y ha garantizado que la reliquia permanecerá en esta pedanía, mientras el alcalde, Luis Barcala, ha informado este domingo de que se asume desde este momento la custodia del interior del recinto religioso y del entorno del camarín mediante una vigilia que realizan durante toda la noche seminaristas mayores de esta diócesis.
«De esta forma, y en tanto en cuanto la Orden de las Clarisas no resuelva la situación que se ha generado en el convento, el Ayuntamiento de Alicante pondrá todos los medios necesarios a su alcance para garantizar la seguridad del monasterio y de la reliquia. Apelo a la tranquilidad y a la sensatez de todos», ha indicado el alcalde.
De hecho, en la pasada noche, tras abandonar las monjas Clarisas Santa Faz para su traslado, Barcala ha ordenado que efectivos de la Policía Local permanecieran durante toda la noche «y hasta que ello sea necesario, vigilando y asegurando todo el perímetro exterior y los accesos al Monasterio; particularmente, los de acceso a la reliquia».
Huéspedes
Desde el Obispado de la Diócesis de Orihuela-Alicante rechazan cualquier proyecto de apertura de un establecimiento hostelero. «En todo caso, mantiene que en este lugar haya una comunidad de vida contemplativa, que en el inicio fue de monjes Jerónimos y después de Clarisas Franciscanas. Para el Obispado y los Patronos de la Santa Faz no es aceptable la transformación del monasterio en una hospedería, ni nada que rompa el estatus del monasterio y santuario, tal como se ha mantenido durante siglos», han señalado en un comunicado.
Asimismo, garantizan la continuidad del culto a la reliquia en sus horarios habituales, además de la peregrinación anual, e incluso han resaltado que se mantiene la solicitud del próximo Año jubilar de la Santa Faz, que se iniciará próximamente y se desarrollará durante 2019.
Por su parte, la Federación de Hermanas Clarisas y su presidenta, Sor Luisa María Martínez Moreno, ante las noticias aparecidas en la prensa, ha aclarado que «es totalmente falso que el Obispado de Orihuela-Alicante nos fuerce a abandonar el Monasterio de la Santa Faz, por dos razones principales: primera, porque en los quinientos años largos de existencia que tiene este monasterio jamás lo ha intentado; y segunda, porque su autoridad no es competente en este menester».
Sin precisar, no obstante, si tienen intención de abrir la hospedería, desde la comunidad de religiosas señalan que «el traslado de las hermanas Clarisas se debe a razones de organización interna, dado que la autoridad legítima de las Clarisas ha tomado esta determinación». Y puntualizan que este «traslado» no implica que «abandonen» el Monaterio de la Santa Faz, «sino una renovación de las personas».
Por ahora, no han precisado cuánto tiempo les llevará esta transición. «Nuestro compromiso con la Santa Faz es el de favorecer que otra comunidad de Clarisas sea la que tome el relevo a la actual. Esto supondrá un tiempo que no podemos determinar, dada la crisis vocacional que padecemos actualmente», concluyen.
Lo cierto es que las religiosas que se han marchado de la pedanía alicantina han despedido con lágrimas en sus ojos esta etapa de sus vidas.