Donald Trump llegó a París para participar en las ceremonias del centenario de la firma del armisticio que puso fin al conflicto de 1914-1918, pero nada más aterrizar en Francia explotó con un furibundo tuit en el que calificaba de «insultantes» las declaraciones de Emmanuel Macron y su idea de crear «un verdadero Ejército europeo».
Cuando el Palacio del Elíseo tuvo conocimiento de la reacción del presidente de Estados Unidos, se precipitó a calificarla de «malentendido», pero no dejó muy convencido a Trump, que cuando llegó poco después a la residencia presidencial bajo una fina lluvia desdeñó en algún momento la mano que le tendía Macron, y se limitó a posar con él con cara de pocos amigos.
Macron anunció esta semana en una entrevista que Europa «no puede proteger a sus ciudadanos si no decidimos tener un verdadero Ejército europeo». Se refirió a «las tentativas de intrusión a través del ciberespacio en la vida democrática» de muchos países europeos y en la necesidad de «protegernos frente a China, Rusia y también Estados Unidos». Y también comentó que las decisiones de Trump, como la de retirarse del tratado de desarme nuclear, tienen una víctima: «Europa y su seguridad». Macron piensa que no exagera, sino que tiene un análisis «lúcido» de la situación. A lo que su homólogo estadounidense contestó en su tuit que entonces «quizá Europa deba primero pagar su justa parte de la OTAN que los Estados Unidos subvencionan ampliamente».
Según el Elíseo, se han mezclado dos temas distintos, el de la ciberseguridad y la retirada de Estados Unidos del tratado sobre armas nucleares, y en ningún momento Macron dijo que había que crear un ejército europeo contra EE UU.
Ya juntos, en el despacho del presidente de la República, los dos hombres se plegaron a apaciguar la polémica que había surgido. Trump insistió en la importancia que tiene una «relación igualitaria» entre Estados Unidos y Europa, a lo que Macron asintió añadiendo que «no es justo que la seguridad europea esté hoy financiada solo por Estados Unidos. Necesitamos repartir mejor la financiación de la defensa».
Para los que consideran que existen muchos puntos de fricción en las relaciones entre Trump y Macron, el presidente norteamericano se apresuró a desmentirlo: «Nosotros tenemos muchas cosas en común y sobre muchos aspectos, quizás haya ciertas personas que piensan lo contrario, pero no», aseguró con el rostro cerrado mientras Macron intentaba animarle dándole alguna palmada en la rodilla.
La incomprensión de Trump ante el anuncio de Macron de crear un Ejército es hasta cierto punto comprensible, sobre todo porque hasta ahora, los acuerdos de cooperación militar en Europa no contemplan esta medida y su puesta en marcha a día de hoy parece ser más un deseo piadoso que una futura realidad. El acuerdo de la Europa de la Defensa alcanzado hace un año y que firmaron 23 países de la Unión Europea habla de reforzar y coordinar las labores defensivas y de incrementar el presupuesto de defensa.
En el Consejo Europeo del pasado mes de junio, el presidente francés volvió a felicitarse del progreso realizado en la Europa de la Defensa. Siempre se habla de defensa, pero no de Ejército, como ha hecho ahora Macron. Para el presidente galo, Europa necesita ser «más soberana, sin depender solo de Estados Unidos», pero el presidente galo tendría que solventar las fuertes reticencias de aquellos países europeos que consideran la presencia americana como garantía de seguridad.
Las diferencias entre Macron y Trump no se detienen en materia de seguridad: la lucha contra el cambio climático, las relaciones comerciales, el desarrollo nuclear en Irán o el multilateralismo, también forman parte del lote. Sin ir más lejos, esta tarde, la mayoría de los jefes de Estado y gobierno que están en París para asistir a la conmemoración del final de la Primera Guerra Mundial acudirán a La Villette para participar en el Forum por la Paz. La apertura corre a cargo del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, pero Emmanuel Macron pronunciará un breve discurso en el que incidirá sobre la importancia de reflexionar sobre las consecuencias devastadoras de la Primera Guerra Mundial para instalar el multilateralismo como arma de paz. Si Vladimir Putin, Theresa May y Angela Merkel han anunciado su presencia, Trump, convencido de que lo que funciona es el «America first», ha decidido declinar la invitación.
Sin embargo, sí estará en la gran ceremonia que tendrá lugar por la mañana en el Arco del Triunfo, donde también se encontrarán el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el canadiense Justin Trudeau o el rey Felipe de España.
Otro momento señalado de esta semana de ceremonias fue el encuentro de Macron y Merkel ayer en Rethondes, donde se firmó el armisticio de 1918. Tras pasar revista a la brigada franco-alemana y visitar la reconstitución del vagón en el que se firmó, los dos dirigentes dialogaron con unos jóvenes a los que Macron pidió estar «a la altura» de lo que decían los que vivieron aquella guerra: «Nunca más».