Menos mal que llegó un gobierno del PSOE a priorizarnos la vida y el país, un país que estaba a punto del colapso. Un síncope que era más que evidente en la cara de Rajoy, que era un colapso de expresiones comprimidas en mil tics. Pedro Sánchez sólo guerreó por el poder para que entendiéramos que aprobar Bachillerato con una asignatura suspensa era lo más urgente para los españoles. Y devolver a Franco al candelero. Ahora la cosa va más liviana cada mañana. Desde que Sánchez y Begoña Gómez se hicieron con La Moncloa todo fluye más «democráticamente». Los reales decretos son la nueva forma de gobierno, un desatascador de urgencia para cuando no dan los diputados. Y a mí este nuevo PSOE, ahora que se mete en modo electoral, me sugiere un PSOE con bífidus. Un PSOE que debería llamar para protagonizar su próxima campaña a José Coronado.
Es el nuevo PSOE un partido a la manera del presidente, más preocupado por su estética y su tránsito intestinal que por desarrollar nada que se pueda parecer a una idea. El tránsito de ideas quizá sea el tránsito más pesado. De ahí que cada vez que habla Sánchez o la ministra Celaá —que es la boca del oráculo de La Moncloa— suba el pan. Ya decía uno lo del tránsito... Aunque sea en sentido inverso.
Ayer sábado lo mejor que se podía hacer era no salir de casa por la mañana. Estaba Castilla y León de manifestaciones contra la decisión del Supremo. Y es que hemos pasado de políticos con sentido común y de Estado que defendían aquello de «las decisiones del Poder Judicial no se valoran, se respetan» a «ayer habló el Poder Judicial y mañana hablará el Poder Ejecutivo», que sentenció Sánchez para desautorizar a los magistrados. Un PSOE que juega con fuego con las sentencias judiciales desde que llegó al Gobierno y que pretende hacer creer a los ciudadanos que pueden escogerlas a la medida de sus intereses y según la presión popular.
La democracia era esto. Menos mal que ha venido a descubrírnoslo el presidente y a salvarnos de nosotros mismos. «Los candidatos en los partidos se elijan por primarias», clamaban los socialistas exhibiendo ejemplo hace un año. ¡Suerte que llegó Sánchez! Porque ha sido llegar y ya prefiere imponer su criterio y a los suyos que las primarias. En el Comité Federal de ayer se le debieron de olvidar las primarias al nombrar a los candidatos autonómicos, entienda el lector que por la emoción. No todos los días se presenta uno delante de los suyos como presidente del Gobierno.
Este es el nuevo PSOE con bífidus y bipolaridad que habla por boca de Carmen Calvo y la ministra Celaá. De ahí que no sea sorprendente que ahora vayan a conceder el Bachillerato con una asignatura suspensa. Este sólo es el primer paso para poder obtener el doctorado sin haber escrito siquiera la tesis