Esta reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria fue registrada en agosto como paso imprescindible para poder aprobar una nueva senda de déficit y facilitar así la presentación de unos Presupuestos distintos de los del Gobierno del PP. Se trata de un cambio puntual de la Ley para permitir que, en caso de veto del Senado al techo de gasto y la senda de déficit propuesta por el Gobierno, el Congreso pueda levantarlo después por mayoría simple.
Una vez que la proposición de ley fue tomada en consideración por el Pleno del Congreso, se abrió un plazo de presentación de enmiendas que acabó a finales de octubre y que no se amplió más porque el PP no encontró apoyos en Ciudadanos.
Ambos partidos ya habían rechazado tanto la tramitación exprés de la reforma como el 'atajo' del PSOE para intentar que el cambio legal e llevara a cabo en una ley de medidas contra la violencia machista, pero Ciudadanos se negó a bloquear el procedimiento ordinario y desde mediados de octubre ya estaba avisando de que no iba a pedir más prórrogas.
Así las cosas, el Grupo Popular fue el único en presentar una enmienda de totalidad, que requiere un texto alternativo, a la reforma impulsada por PSOE y Podemos, lo que obligará a celebrar un nuevo debate en el Pleno del Congreso y frenará la presentación de enmiendas parciales.
En su enmienda a la totalidad, recogida por acceso Europa Press, lo que propone el PP es mantener la ley vigente y, por tanto, la capacidad del Senado para tumbar el techo de gasto sin que el Congreso pueda hacer nada para remediarlo. Los 'populares' alegan que esa tarea exclusiva de la Cámara Alta "no supone ninguna anormalidad normativa" pues, argumentan, "son numerosos los casos en los que el Senado, o bien iguala sus funciones a las del Congreso, o bien se pronuncia con carácter previo o exclusivo".
Según el orden del día del próximo Pleno del Congreso, esa enmienda de totalidad del PP no se debatirá hasta el día 22 de noviembre, ya que no ha entrado en la agenda de la próxima semana. Y, conforme a las costumbres del Congreso, hasta que la Cámara no decida cuál es el texto que continúa su tramitación, si la reforma del PSOE o la alternativa del PP, tampoco se podrá cerrar el plazo de presentación de enmiendas al articulado.
Así las cosas, todo el procedimiento parlamentario vuelve a bloquearse y fuentes de la Cámara ven ya muy difícil que, en lo que resta de año, el Congreso apruebe la reforma impulsada por PSOE y Unidos Podemos. Y a ello hay que añadir que, una vez que se apruebe en la Cámara Baja, el texto deberá enviarse al Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta para manejar el calendario a su antojo.
Todo ello hace ya imposible que este año pueda entrar en vigor la supresión del veto irrevocable del Senado. Desde Ciudadanos auguran incluso que la tramitación no acabará hasta el verano. En todo caso, el Gobierno de Pedro Sánchez ya aseguró que la presentación de su proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2019 se atendrá a la senda de déficit vigente, aprobada por Mariano Rajoy, ya que no le dará tiempo a presentar unas cifras que puedan sortear el veto del PP en el Senado.
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