Por 29 años consecutivos Juan Manuel Ramos Casillas, ha dedicado su vida a la noble labor de servir a la comunidad cuando las desgracias tocan la puerta, él es un orgulloso elemento que desde joven soñó con ser parte del Cuerpo de Bomberos y ahora a menos de un año de su retiro disfruta de las experiencias buenas y malas que lo han acompañado en su carrera.
Juan Manuel Ramos Casillas es ahora Primer Oficial Ayudante encargado del área de almacén, llegó a la Base Central Número 1 de Bomberos Guadalajara cuando apenas tenía 19 años, en la búsqueda de convertirse en bombero pues desde pequeño soñó con subir a un camión y ayudar a las personas
“La inspiración llegó cuando tenía 10, 12 años, de la emoción al ver los carros con las sirenas, las campanitas y verlos tan equipados tan gallardos y dije algún día yo voy a estar en esos carritos”, dijo en entrevista para MILENIO JALISCO.
Sin embargo el camino no fue fácil pues si bien le abrieron las puertas e ingresó como chofer. “Hace algunos años en el 87 cuando ingresé aquí por un letrero que estaba en la puerta que decía se solicita chofer y dije vamos a intentarlo yo vendía verduras en los mercados y dije vamos a hacer la prueba”.
Al estar dentro sus ganas de convertirse en bombero incrementaron por lo que se dedicó en cuerpo y alma a las capacitaciones, los cursos y en obtener cualquier aprendizaje que lo llevara a concretar la meta, hasta que lo consiguió.
“A partir de que ingresé poco a poco fue incrementándose el amor a la comunidad a servir lo mejor que se puede y aquí andamos todavía, hemos corrido con suerte y podemos seguir ayudando a la gente y es una labor muy loable”, detalló.
Ya son 29 años de servir a la comunidad y de ayudar a quien más lo necesita, una sensación que lo llena de orgullo pues han sido más las cosas buenas y satisfactorias que lo han acompañado como el simple agradecimiento de las personas a las que ayuda, sin embargo también ha vivido experiencias que lo han marcado de por vida.
“Ya son 29 años de corridito y me gustaría que fueran muchos más muchas historias, muchas anécdotas, malas suertes, me ha tocado emociones muy fuertes que incluso han afectado lo que es mi vida. Cuando nosotros acudíamos a un servicio notábamos como nos agradecían bastante, por el servicio que prestábamos por cómo les ayudábamos a salvar su economía, sus bienes a veces vidas y hemos tenido de todo”.
Dentro de estas anécdotas que lo han marcado y llevará consigo de por vida ha sido su participación en los rescates del sismo de 1985 en la Ciudad de México y la más dolorosa, tras la desaparición de su hijo, ir al servicio de su rescate.
"Fuimos a la CDMX en apoyo y rescate por el temblor luego acá en el 97 pero sin duda el más me marcó fue que después de tres días buscando a mi hijo me tocó la mala fortuna de irlo a rescatar pero falleció, eso es lo que más me marcó por eso continúo en este trabajo, para ayudar”, aseguró.
Durante su travesía dentro del cuerpo de bomberos, su familia ha sido un pilar importante, pues aunque les costó aceptarlo, ahora no solo lo han apoyado si no que se dicen orgullosos de su profesión y lo han tomado como ejemplo a seguir pues su hijo y su yerno quieren seguir sus pasos y convertirse en bomberos.
“Mi familia estaba con miedo porque el estar expuesto al fuego, a los accidentes, los choques, los desbarrancados estaban con el temor de que ya no volviera pero poco a poco se fueron acostumbrando y es una profesión muy admirable y de la cual también ahora ellos están muy orgullosos”, explicó.
Don Juan Manuel, ahora de 59 años y a menos de un año de su retiro oficial, reveló que las características principales para ser bombero consisten en fuerza, voluntad y sacrificio.
"Yo no quisiera retirarme, pero es un ciclo que se tiene que cumplir además hay que dar espacio a nueva sangre, se siente uno orgulloso de tener la camiseta bien puesta de ser parte de ésta corporación, se necesita fuerza de voluntad, sacrificio porque sacrifica uno muchas cosas, tiempo, familia, casa, y el tener la habilidad para aguantar mucho rato en la imposición de los peligros. Sacrificio, voluntad y acción, es un lema que nosotros manejamos”.
Finalmente hoy en el Día Nacional del Bombero Juan Manuel se dice satisfecho por su trabajo y la labor que desempeñan cientos de colegas, pero lamenta que las condiciones de infraestructura y la falta de cultura vial sean un obstáculo importante a la hora de salvar vidas por lo que señala que si algo hay que ponerle atención es a esta problemática.
“A veces la circulación de los carros no nos ayuda a dar la atención de la comunidad porque la cultura vial no está como para que nosotros acudamos a un servicio lo bastante rápido y me ha tocado la suerte de que llegamos a tiempo y podemos salvar vidas pero y ahora con la circulación y acumulamiento de los vehículos la falta de cultura vial nos hemos topado con situaciones en que se nos mueren las personas en los brazos y es de lo más triste que puede haber”.
SRN
