Alcaraz subraya que tanto él como sus compañeros desean debutar a lo grande, con una victoria en Montilivi
Si un jugador del Real Valladolid conoce bien al Girona, el rival del Pucela para su debut liguero (Montilivi, viernes, 20,15 horas), ese es Rubén Alcaraz, el medio centro que llegó hace apenas una semana a Zorrilla procedente del club gerundense. Por ello, fue el elegido para pasar por la sala de prensa del estadio blanquivioleta y analizar lo que puede dar de sí la primera jornada de LaLiga Santander 18/19.
“El Girona está formado por un grupo de jugadores que se complementan muy bien, que llevan muchos años jugando juntos, y creo que están haciendo bien las cosas como lo prueba el gran año que hicieron en Primera división. Creo que siguen en la misma línea, van a jugar en su casa, ante su gente, y nos lo van a poner muy difícil”, advirtió Alcaraz.
Evidentemente, el cambio de director en el banquillo del Girona, donde el vallisoletano Eusebio (con la ayuda del también exblanquivioleta Onésimo) ha tomado el relevo de Pablo Machín, debe afectar a su forma de jugar, pero Alcaraz fue prudente en este análisis: “Los cambios son para bien o para mal. Ojalá les cueste en esta primera jornada, no se sientan cómodos y podamos hacerles daño”.
Desde la óptica blanquivioleta, en la caseta se ve con optimismo el primer encuentro: “Tenemos buenas sensaciones. Creo que es clave no hacer un partido de ida y vuelta. Tenemos que hacer un partido serio, en el que estén incómodos y a la mínima que podamos hacerles daño de verdad”.
Y a nivel personal, Alcaraz dejó claro que no tiene “ninguna cuenta pendiente con el Girona, pero sí que estoy motivado y mis compañeros también lo están. Queremos empezar bien, ganando en Montilivi. Yo quiero jugar; estoy a disposición del entrenador. Si tengo que bajar a recibir balones, bajaré; si me pide llegar más al área contraria, llegaré. Intento hacer mi trabajo, acoplarme rápido al equipo y al grupo, y encontrar mi mejor versión personal”, finalizó.