Resulta difícil de aceptar que la otrora hermosa y espectacular grama del estadio Azteca se encuentre ahora en condiciones deplorables para la práctica del futbol. Desde luego que existe una razón, unos días antes del inicio del Apertura 2018 se realizaron los trabajos para cambiar el pasto tradicional por uno híbrido, el mejor y más avanzado tecnológicamente hablando, según los expertos, y que hoy en día tienen inmuebles de la talla del Camp Nou (Barcelona), Parc des Princes (PSG), Old Trafford (Manchester United), Stamford Bridge (Chelsea), Anfield (Liverpool), por mencionar a algunos.
Desafortunadamente, las fuertes lluvias que han caído en la Ciudad de México y los partidos que no han dejado de jugarse tanto de Copa como de Liga, han ocasionado que el estado del terreno de juego se encuentre en pésimas condiciones, lo cual ha ocasionado diversas reacciones en el medio futbolístico, porque más allá de la estética, una cancha en mal estado suele ocasionar lesiones en los futbolistas.
Los encargados de la colocación del pasto híbrido manifestaron que la cancha estará en perfectas condiciones en unas semanas más, que es un proceso normal de crecimiento y adaptación de la nueva grama, pero insisto, el exceso de agua y la actividad misma han retrasado el proceso.
Ayer, la directiva del América ya se manifestó al respecto y ya analiza la posibilidad de cambiarse de sede en tanto no mejore la cancha del Azteca, la cual hay que decirlo, a la par del futbol recibirá el 19 de noviembre un partido de la NFL. Faltan tres meses y quiero pensar que para entonces el terreno de juego lucirá como siempre había estado, máxime que los directivos de los Carneros y Jefes, rivales ese día, dieron su visto bueno para jugar en pasto híbrido.
Si dejar de jugar unos días va a ayudar a que la cancha esté en mejores condiciones, ojalá América y Cruz Azul accedan a hacerlo por mientras en otro lugar, que por supuesto tampoco para los Clubes es lo ideal.
Vaya situación.
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