«Los buenos cederistas hablamos de Fidel en presente porque no se ha ido», afirmó Carlos Rafael Miranda Martínez Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), durante el Acto Central de la organización de la familia cubana en homenaje al líder de la Revolución por el aniversario 92 de su natalicio.
El también miembro del Consejo de Estado y del Comité Central del Partido Comunista de Cuba expuso además que «el pensamiento del Comandante acompaña a los cubanos que hoy debaten el proyecto de Constitución y darán el sí por esa Carta Magna que vela por el bienestar de toda Cuba».
El homenaje, desarrollado en el museo capitalino 28 de Septiembre, donde se recoge parte de la historia de CDR, agrupó a fundadores y jóvenes del Destacamento Juvenil IX Congreso de La Habana, así como a miembros del Secretariado Nacional de los CDR y varios representantes de la brigada española NouBarris, que mantiene lazos solidarios con los Comités.
El espacio sirvió además para reconocer la labor de aquellos que alguna vez fueron funcionarios, dirigentes o cederistas activos que con su labor contribuyeron que hoy la organización esté próxima a su IX congreso, con resultados relevantes y nuevas metas para el Aniversario 60, una de ellas arribar a la fecha con más de 120 mil integrantes en los Destacamentos Juveniles de toda la Isla.
Jorge Ferrera Díaz agradeció el reconocimiento en nombre de los fundadores y manifestó que «es un orgullo ver a los jóvenes cederistas de estos tiempos seguir los pasos de los primeros revolucionarios, los pasos de Fidel, quien representa además la lealtad, fuerza y entusiasmo de la juventud que hoy hace Revolución».
Por su parte uno de los jóvenes del Destacamento IX Congreso declaró que «a Fidel y a los CDR no les fallaremos, dentro de pocas horas daremos el SI por el nuevo proyecto de Constitución desde cada barrio, centro estudiantil o de trabajo; tenemos un legado que proteger y lo haremos al precio que se necesario».
Como colofón se inauguró la Expo Nuestro Fidel que consta de 31 piezas compuestas por fotografías que simulan un recorrido por la vida del Comandante y varias pinturas realizadas con la técnica del carboncillo que simbólicamente agrupan en un mismo espacio al Apóstol y a Fidel, reafirmando la convergencia de pensamientos que existe entre ambos.
