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Florestán
La firma de un acuerdo de principio para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, está mucho más lejos, hoy en el terreno de lo inalcanzable, y complicada de lo que escuchamos en las declaraciones oficiales que a veces son más deseos y esperanzas, que análisis reales.
En primer lugar están los tiempos.
Se ha dicho que el plazo es el próximo día 25 para que, el actual Congreso de Estados Unidos empiece a discutirlo y, en su caso, aprobarlo. De otro modo se irá al año que viene con otra formación legislativa allá.
En realidad, ese plazo fatal, no es el 25, es el 15, el próximo miércoles, cuando se tendría que alcanzar el mencionado acuerdo, para dar diez días a que los canadienses se pongan de acuerdo, lo que se ve complicado por la ruptura Trudeau-Trump.
Pero aún con esas consideraciones, hay temas que siguen siendo intransitables para los tres gobiernos.
Hablemos de nuestro caso.
1. Está la cláusula sunset, cláusula Trump, que quiere terminar con el TLCAN cada cinco años, lo que México rechaza por anular un factor central del tratado: la certidumbre en las inversiones y planes de expansión;
2. El capítulo 20, controversias comerciales, en la que Trump quiere meter una cláusula que faculta a un jefe de Estado, léase él mismo, para resolver a su favor;
3. El capítulo 11 que se refiere a las garantías a los inversionistas, que busca ahuyentar esa inversión extranjera a México;
4. El tema de la propiedad intelectual que limita las patentes farmacéuticas y la innovación médica; y
5. La integración de la industria automotriz que limita el armado de los vehículos a zona cuyo sueldo no sea menor a 16 dólares la hora, lo que deja fuera a México.
Y a este listado hay que agregar otros cinco capítulos, entre los que están telecomunicaciones y, uno que tiene un nuevo componente: el energético, que debe ir de acuerdo con la política del próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que supongo ya habrá fijado su postura pues tiene a un representante sentado en la mesa de las negociaciones: Jesús Seade.
Por eso digo que no veo cómo se vaya a firmar este acuerdo en principio en una semana, por más que uno y muchos, quisiéramos que sí.
Retales
1. ATARDECER. Un aspecto fundamental es la mencionada cláusula sunset; si Trump insiste, México no firmará, y Canadá tampoco. A ver;
2. ENCUENTRO. Esta tarde a las seis, será el encuentro Enrique Peña Nieto-Andrés Manuel López Obrador, ya como presidente electo de México, a partir del cual comenzará formalmente el proceso de transición; y
3. MINISTRO. Uno de los acuerdo es que el próximo relevo en la Corte en noviembre, al fin de la gestión del ministro José Ramón Cossío, no será un motivo de discusión entre el saliente y el entrante, será propuesta de AMLO, aunque lo pueda llevar a diciembre, con el riesgo de que para la elección del sucesor de Luis María Aguilar Morales en la Presidencia, en enero, se vuelva a contar, como hace cuatro años, con un pleno de diez, lo que abrió el espacio a lo nunca visto: 29 votaciones, 29 empates y humo blanco hasta la 32.
Nos vemos mañana, pero en privado
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