Desde lo alto las ilusiones de 120 niños parecen menos lejanas; no importa el calorcito ni el sudor que escurre por la piel, la alegría se nota en cada uno de los pequeños rostros que cargan en sus espaldas estuches de jaranas, guitarras quintas y violines: están en lo alto, lo alto del cerro de Amatlán, casi pueden tocar el cielo.
Para cambiar una realidad es necesaria la suma de voluntades; cuando éstas se hallan, difícilmente habrá poder humano que detenga el porvenir de una tradición tan poderosa como la Huasteca, un porvenir promisorio, lleno de identidad y de sueños. Ayer estuvieron en la cima del mirador del cerro de la Cruz, una tercera parte de la casi centena y media de estas semillas y espíritus valiosos.
Vienen de esta amplia comarca; incluye las seis regiones de la extensa Huasteca: Manuel viene de Huejutla; de apenas 8 añitos no puede ocultar la emoción de estar compartiendo aquello que le gusta, con niños llegados de diversos municipios. “¿Has aprendido?”, le pregunta el principal impulsor de este esfuerzo Santiago Pérez Gómez: Manuelito, sin dejar de sonreír responde: “sí, he aprendido mucho y me encuentro feliz”. Insiste Santiago: “¿Qué has aprendido?” Y entre confundido y apenado, reitera el chiquillo: “Me he divertido”.
En boca del propio presidente de Patronato Pro-Huapango y Cultura Huasteca AC, explica que la idea es cultivar en niños y jóvenes valores sólidos que permitan construir una clara identidad; su dicho lo secunda el maestro Román Güemes, quien durante las primeras reuniones del encuentro, dijo: “Convirtámonos en amanuenses de nuestra cultura, para que nuestras generaciones futuras no sean ágrafos de ella”.
En un inicio se tenían destinados 140 lugares para el “Encuentro de Niños y Jóvenes de la Huasteca” en Amatlán, lo que significaba hospedaje, alimentación, instrucción, personal a cargo de la atención de estos chiquitos, adultos y maestros. Se logró hasta la instalación de una cabina de radio independiente. Gracias, Radio y Revista Visítela, para la transmisión de programas vía Internet y Facebook, para alentar estas nuevas estrellas del huapango y el son huasteco.
Es verdad, detrás está el apoyo del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales que emite el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes; el Patronato Pro-Huapango y Cultura Huasteca AC. y cada uno de los promotores, catedráticos, músicos y profesionales sumados a esta noble causa. Pero qué me dice de este bella gente, huastecos de corazón que han iniciado un movimiento hace varias décadas que nadie puede parar y de la que hoy me toca con orgullo, ser testigo.
