Este viernes se ha sabido que el grupo empresarial majorero que creó Costa Calma en los años Ochenta ha lanzado formalmente una operación para tomar, inicialmente, el 25% de Unión Deportiva Las Palmas, el equipo representativo de la provincia oriental canaria. Y es que Las Palmas como equipo se nutrió desde su fundación con plantilla y socios de las tres islas: Gran Canaria, Fuertevetura y Lanzarote.
Es posible que en pocos años el equipo amarillo tenga otro presidente y otro capital canario: el que representa Gregorio Pérez, que fue presidente de la Cámara de Comercio de Fuerteventura. Aunque Pérez estaría más para dar clases que para recibirlas a tenor del amplio conocimiento que tiene sobre el mercado del turismo, anunció formalmente en Twitter su interés por comprar el 25% del equipo amarillo cuando asistía a clases de márketing digital.
La familia Pérez Saavedra, una de las locomotoras del turismo de las islas, ha ingresado de algo más de un millón de euros en la Unión Deportiva Las Palmas en Cajasiete para ejecutar una ampliación de capital que estaba en vigor. Pero habría información tóxica por el camino y, mientras en soportes oficiales se decía que el plazo acababa el 15 de junio, en la convocatoria del registro mercantil tenía como límite el ocho de junio.
Al final, habrá más tiempo para que se haga con el 25% aunque el resto del capital lo tiene el que fuese líder de Seguridad Integral Canaria, ahora en concursal.
El «grupito» que tutea a Ramírez
En 2016 la empresa tuvo unos ingresos del 83,3 millones de euros frente a los 61,8 millones de 2015. El flujo de circulante estaría en 30,5 millones de euros y la explotación consolidada en España fue de 23 millones de euros. Los activos están valorados 278 millones de euros y el patrimonio neto en 150 millones de euros.
Pérez Saavedra Hermanos (PSH) está controlada por Mónica, Gregorio, Domingo Ramón, Margarita Pérez Saavedra. La familia a tenido en alguna ocasión el asesoramiento jurídico del exjugador de Las Palmas, Javier Sintes Sánchez. El grupo familiar tiene liquidez y no es por casualidad o por jugar a la ruleta rusa con contratos públicos.
Con el esfuerzo y apoyo de Mónica Saavedra Martínez, su esposa, Gregorio Pérez Alonso, nacido en Fuerteventura en 1931, construyó en 1987 un primer hotel, que llamó Mónica Beach, en honor a su esposa y a su hija. En la capital grancanaria son propietarios del Concorde.
Con mucho trabajo y ayuda de los majoreros, se creó PSH, denominación comercial de un conglomerado que funciona con la precisión alemana y marca Sunrise Beach Hotels. Resultado en estos últimos 31 años: cerca de 10.000 camas y una expansión internacional asumida con fondos propios.
Amigos, socios y familiares de Pérez Saavedra - ABC
La historia de Vietnam
Corría el tercer día de enero de 2017 cuando ABC se puso en contacto con un teléfono móvil de Gregorio Pérez en horas del mediodía. El momento de la llamada no era casual. Eran las siete de la tarde en Ho Chi Minh, capital de Vietnam, y las 13 horas en Canarias. Pérez atiende la llamada y se le pregunta el motivo: saber cómo ha ido la firma de esa jornada para iniciar una inversión de 74 millones de euros en ese país.
Y Pérez respondió, como hacen los buenos majoreros, con una pregunta: «¿Qué cómo va a ser eso, ustedes tienen gente aquí siguiendo este asunto?». Y, contrariado, agregaba: «No me puedo explicar cómo pueden ustedes saber este tema porque, primero, lo he firmado aquí cuando en España era de madrugada y, segundo, porque la operación ha sido altamente confidencial, apenas lo sabíamos los hermanos, a ver cómo les explico que no he filtrado yo nada». Y así contaba ABC la historia al día siguiente para sorpresa de empresarios de las islas por el golpe de efecto del «desconocido» grupo canario en su ofensiva asiática.
Este viernes, al conocerse la operación de la U.D. Las Palmas, todas las referencias eran sobre el proyecto de Vietnam porque en la prensa de las islas la familia Pérez Saavedra no se deja ver mucho dado que su mercado está más relacionado con el Reino Unido y Alemania que con la oferta vacacional de nuestro país.
Pero, antes de Vietnam, ha superado en estos últimos 30 años desde crisis financieras a los estrechos márgenes del turismo por la concentración industrial del negocio en la UE. Por eso salen al mercado asiático: seguir creciendo exportando talento generado en las islas.
El gran jefe creó escuela
El patriarca Pérez Alonso fue uno de los primeros empresarios del turismo de Fuerteventura natural de la isla. Y enseñó a sus hijos a trabajar desde el sector de la construcción moviendo tierras de un lado a otro cuando la gente intantaba decirle que era mejor esperar a que otros inventasen. El fundador fue un pionero en el turismo porque muchos negocios de este sector siempre iban asociados a acuerdos con operadores europeos. Pérez Alonso soñó con crear un grupo propio e independiente.
La familia sigue la tradición del padre. Nada de folcklore, presencia escasa en actos sociales y poco pasteleo porque hay que dar ejemplo ante ls más de 1.500 familias que dependen del grupo a través de una veintena de sociedades. Cuando se abra el complejo que tiene proyectado en Vietnames posible que es cifra se duplique.
En Fuerteventura, se achaca al fundador Pérez Alonso el creciente interés del capital majorero por ganar cuota de poder para que el destino turístico no sea un ingrediente más en la cuenta de resultados de cualquier conglomerado alemán o británico de turismo.
Por eso, las empresas de Grupo PSH están limpias como un escoplo. Su modelo de gestión se forma en torno modelos de máxima ejemplaridad fiscal. Los procedimientos éticos siguen un estricto control como si fuese una sociedad cotizada. Las empresas, por ejemplo, no se facturarían servicios entre ellas, arte en la que algunos empresarios vinculados al deporte canario serían auténticos expertos para fabricar pérdidas.
