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Resoplaba durante el calentamiento, agobiado por el fuerte calor con el que se encontraron España y Portugal en Sochi. Sudaba mucho antes incluso de comenzar el partido, mientras practicaba con minuciosa dedicación los disparos a portería. Cristiano, a quien no le gustaría retirarse sin ser campeón del mundo con su selección, tenía señalado en rojo el duelo contra España, entre otras cosas porque nunca le había hecho un gol.
Salvo porque el partido acabó en empate, Cristiano no pudo tener mejor estreno. Todo le salió de cara y apenas tardó dos minutos en revolucionar el partido. Nacho fue el elegido por Hierro para intentar secar a la estrella rival en una decisión lógica y cargada de argumentos. Sin embargo, en la primera ocasión que se vieron frente a frente Nacho metió de más la pierna y derribó al 7 portugués. Un nuevo resoplido hizo tomar impulso al nueve portugués para engañar a De Gea y adelantar por primera vez a Portugal.
Aprovechando la empanada española tras el gol, dirigió dos rápidos contragolpes que pudieron sentenciar de no haber sido por el poco acierto de Guedes, su acompañante en la delantera lusa.
Muy escorado a la izquierda, la aportación de Cristiano fue decayendo a medida que España crecía, pero su zurdazo cuando ya agonizaba la primera mitad le devolvió el fulgor. «La gente que habla mal de Cristiano tiene algún problema», maldecía después Diego Costa. «Todas las temporadas marca 40 o 50 goles... Cristiano es Cristiano, no hay más que decir».
En la segunda parte, tras la remontada de España, se vio al Cristiano más agresivo y protestón, aunque también al más combativo. Siguió buscando las cosquillas a Nacho y a Piqué y remató su histórica noche colocando un balón perfecto en la escuadra de un De Gea que esta noche tendrá pesadillas con él. «Cuando está enfrente Cristiano pueden pasar estas cosas», intentó explicar Fernando Hierro. «Apareció en nuestro mejor momento y con un detalle cambió todo. Es una suerte para el que lo tenga. También te digo que estoy orgulloso de los míos. No le cambiaría por ninguno de ellos».
Después de noventa minutos de tensión Cristiano relajó el rostro y salió del campo con una sonrisa. «Ha sido un resultado justo y nos vamos contentos», contó tras ser nombrado mejor jugador del partido. Ha empezado el Mundial como acabó la temporada, como un tiro. Todos a temblar.
