Al estadounidense, Sixto Henry Vera, de 48 años, lo mataron durante la madrugada del sábado 2 de junio cerca del puente a desnivel de Rubenia. Vecinos del lugar dijeron que encapuchados a bordo de motos y camionetas mataron a Vera.
El cadáver quedó tendido sobre la vía y el vehículo en que andaba totalmente quemado. Ese mañana, los periodistas vieron cuando una ambulancia del Minsa se llevó el cadáver y la policía ni siquiera tomó huellas ni hizo croquis o pesquisas en el lugar, como suele hacer cuando ocurre un crimen.
Sin embargo, esta semana la Policía Nacional informó que en el asesinato de Vera participaron dos jóvenes que ya habían sido capturados: Néstor Molina Tiffer y Ezequiel Gamaliel Leiva García, ambos “con antecedentes de robo con intimidación, violencia y tráfico de drogas”, según el informe policial.
Los familiares de Leiva García negaron este miércoles esa acusación, demostrando que el joven permanece hospitalizado desde el 31 de mayo en el Hospital Salud Integral, en Managua.
Gamaliel Leiva Mendoza, padre del joven, denunció en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) que su hijo jamás pudo haber participado en el crimen, porque fue herido de gravedad a finales de mayo pasado en las protestas ciudadanas.
Leiva Mendoza explicó que su hijo de 26 años recibió un impacto de bala en el costado izquierdo, el lunes 28 de mayo, mientras participaba en una protesta que fue reprimida por policías y civiles armados en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Relató que Ezequiel Leiva García recibió los primeros auxilios en un puesto médico improvisado, luego fue llevado al hospital Vivian Pellas, donde le extrajeron la bala; después fue trasladado al hospital público Manolo Morales, pero el joven temiendo por su vida prefirió irse al puesto de salud que funciona en la Universidad Politécnica (Upoli).
“El día 31 (de mayo) que es cuando logro verlo, me dicen los médicos en la Upoli que el sitio no presta las condiciones para el cuidado que él requiere y me proponen moverlo hacia el hospital Bautista; debido a que ahí no había un especialista que pudiera atenderlo, se hicieron coordinaciones con el Hospital Salud Integral para trasladarlo, donde permanece luchando por su vida desde el pasado 31 de mayo”, afirmó Gamaliel Leiva Mendoza.
Leiva García ha estado participando en las protestas contra el Gobierno desde que iniciaron, primero en la Upoli.
Su padre afirmó que desde que el joven fue internado en el Hospital Salud Integral, le han hecho cuatro cirugías, sin que haya mejorado su salud.
“Allí está debatiéndose entre la vida y la muerte, pero saca la Policía el día 4 (de junio) una comunicación en la que dice que ha esclarecido el crimen del (ciudadano) norteamericano que sucedió en Rubenia y lo implican a él, cuando está en coma”, declaró Leiva Mendoza.
Salvador Marenco, del equipo jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), catalogó como sumamente grave lo denunciado por Leiva Morales, porque con acciones como esta se desvirtúan las investigaciones que realizan las autoridades policiales.
Agregó que se están infringiendo varios elementos jurídicos, tales como, hacer público nombres de personas que aún no han sido acusadas.
“El Cenidh ha contabilizado 129 fallecidos durante las protestas, de los cuales no se han esclarecido la mayoría de los casos y se ha buscado cómo culpar a otras personas, y no se conoce ni un solo caso en el cual un funcionario público o policía este siendo investigado o procesado por estos crímenes”, afirmó Marenco.
El jurista agregó que es necesario que las autoridades también investiguen y determinen quién es el responsable de que Leiva García esté en estos momentos en coma.
Marenco señaló que se ha presentado un recurso de exhibición personal ante un juez ejecutor en beneficio de Leiva García.
