Medio inadvertido en un deporte que ha elevado su estatus en el escalafón de minoritarios gracias a los éxitos de Lydia Valentín, una promesa del deporte español, candidato a podios olímpicos y toda clase de medallas, ha dado positivo y se enfrenta a un negro porvenir. Marcos Ruiz, subcampeón mundial júnior y campeón europeo de categoría sub 23, ha sucumbido a la gangrena de la halterofilia, un deporte con un largo historial de positivos por dopaje y que, según parece, trataba de regenerarse. En el último Mundial, en el que un análisis antidopaje detectó testosterona en la orina del catalán, ocho países habían sido excluidos de la competición por la cadena de casos positivos que sacudieron a sus atletas.
Marcos Ruiz había ingresado en la corriente de agua a favor que han generado las medallas de Lydia Valentín. De unos años a esta parte, un deporte olímpico medio desconocido en nuestro país, el segundo con menos licencias (2.800) solo por detrás del pentatlón moderno, ocupaba portadas y aperturas de sección en los periódicos gracias a los éxitos de sus practicantes. Detrás del emblema Lydia Valentín ha surgido una generación de futuribles: Josué Brachi, Andrés Mata, David Sánchez, Irene Martínez, Noelia Caballero... En ese grupo se ha encuadrado Marcos Ruiz.
La halterofilia siempre ha sido un deporte de riesgo para las autoridades antidopaje, inmersa la modalidad en numerosos casos positivos. La Federación Internacional (IWF) estuvo suspendida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) hasta que no adecuó sus controles a los tiempos modernos y trató de limpiar las malas hierbas. La reacción de la Internacional en el último Mundial, celebrado el pasado diciembre en Anaheim (Estados Unidos), fue apartar a las federaciones nacionales sospechosas de tolerar el dopaje y que habían vivido experiencias negativas. Se quedaron fuera Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Moldavia, Kazajistán, Rusia, Turquía y Ucrania por sus positivos en los reanálisis de las muestras de Pekín 2008 y Londres 2012.
Pero en ese ejercicio de limpieza ha caído un español. A petición de la Federación Internacional, Marcos Ruiz fue sometido a dos controles en Estados Unidos por la agencia antidopaje local, la USADA que terminó con el mito de Lance Armstrong. En el del 18 de noviembre en Las Vegas, Ruiz dio positivo por testosterona, el anabolizante que potencia la masa muscular en un deporte que se rige sobre todo por la fuerza.
Hasta el pasado 15 de mayo no supieron Marcos Ruiz y la Federación Española que el deportista había dado positivo por esta sustancia. También la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) recibió la notificación del resultado adverso en el análisis. Los hechos se sucedieron en cascada. El 16 de mayo, el Consejo Superior de Deportes tuvo la notificación oficial. Al día siguiente le abrió expediente a Marcos Ruiz, puesto que el haltera catalán percibe una beca con dinero público y vive en el Centro de Alto Rendimiento de la Residencia Blume en Madrid. El 18 de mayo fue suspendido cautelarmente, castigo que en España se extiende durante tres meses haya concluido o no el expediente en curso.
El asunto se hizo público el 30 de mayo y la Federación Española emitió un comunicado de repulsa hacia «cualquier práctica ilegal». Aseguró que «lucharemos contra el dopaje y no respaldamos» a quien lo fomente. Al tiempo pidió mantener la «presunción de inocencia» respecto a Marcos Ruiz hasta que no se aclare el proceso abierto. El haltera ha solicitado la apertura del frasco B, situación que no se ha producido.
Un portavoz de la Federación matizó a ABC que este organismo se mantiene en su idea de fomentar «la limpieza en la halterofilia, incluyendo si hay un español que no ha cumplido las normas».
Marcos Ruiz dice sentirse destrozado por la noticia que lo enfangó el pasado 15 de mayo y ha expresado su inocencia. Arguye que se le realizaron tres controles en breve espacio de tiempo, el 9 de noviembre en Madrid, el 18 de noviembre en Las Vegas, y el 3 de diciembre también en Estados Unidos con diferentes resultados, negativo el 9 y el 3, y positivo el 18.
ABC consultó la opinión de Lydia Valentín. Un portavoz de la subcampeona olímpica, campeona mundial y tetracampeona europea dijo que la leonesa se adhiere totalmente al comunicado de la Federación Española y pide respeto para la presunción de inocencia de Marcos Ruiz.