Así, según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los contactos, los barones socialistas interpretan el nombramiento de María Jesús Montero como el “compromiso deSánchez con esta reforma”, pendiente desde 2015, pero que anticipan “complicada” por la necesidad de poner de acuerdo a todas las comunidades.
Sin embargo, los presidentes autonómicos del PSOE también conocen que Susana Díaz reclamará al Gobierno abordar esa reforma de la financiación autonómica. Recuerdan que ya convirtió esa reivindicación en el eje de su discurso los últimos meses frente a Mariano Rajoy y “será ahora su principal arma de oposición a Pedro”, revelan.
“Por eso, el nombramiento de su consejera de Hacienda como ministra tiene al PSOE en las regiones hecho un polvorín”, revela a ECD un ex homólogo de Montero en el Consejo de Política Fiscal y consejero de Hacienda de una autonomía socialista.
Por el momento, la mayoría de los barones del PSOE admiten en privado que están de acuerdo en la necesidad de asegurar los recursos suficientes para que las comunidades puedan hacer frente a la gran cantidad de competencias transferidas, lo que implica necesariamente que el Gobierno tendrá que poner más dinero encima de la mesa.
Consideran que se debe garantizar que todos los ciudadanos acceden a los mismos servicios públicos, con independencia del lugar en el que residen, y asegurar la lealtad institucional y la corresponsabilidad fiscal.
También defienden que los recursos del nuevo sistema de financiación deberán fijarse a partir de la estimación de las necesidades reales de gasto de cada comunidad.
Pero el consenso está “completamente roto” en que la población tenga que ser la variable decisiva en la distribución de recursos o que se deba tener en cuenta la tasa de paro y la población en riesgo de pobreza y exclusión social para el reparto del dinero.
Estos factores, que dan por hecho que comenzará a defender la nueva ministra andaluza como ha hecho hasta ahora, serán justificados por Montero como un acercamiento a las necesidades reales de gasto en los servicios públicos fundamentales en cada región.
Pero el equipo del presidente Sánchez sabe que el Gobierno no logrará así el acuerdo, de “ninguna manera” con la mayoría de los barones del PSOE. Según las fuentes consultadas por ECD, el mensaje ha llegado, alto y claro, a Ferraz en los últimos días: “No aceptaremos, bajo ningún concepto, que Andalucía sea la única beneficiada en la reforma de la financiación autonómica para tener callada a Susana”, han avisado a Sánchez varios presidentes autonómicos. Esta guerra no ha hecho más que empezar.