Un antiguo fragmento de papiro del Evangelio de Marcos, cuya datación fue muy debatida, ha sido fechado como de finales del siglo II o principios del III por la Egypt Exploration Society, propietaria del documento. El papiro, publicado con el número 5345 en el volumen 83 de la colección de Oxirrinco, no es del siglo I, como algunos llegaron a sostener hace unos años, pero sí que es el más antiguo de Marcos que se ha encontrado hasta ahora.
«Después de una comparación rigurosa con otros textos fechados objetivamente, la caligrafía de este papiro es atribuida a finales del siglo II o principios del III d.C», informó la prestigiosa sociedad en su sitio web el pasado 24 de mayo.
Los dos lados de este pequeño fragmento de apenas 4,5 x 4 cm «contienen los vestigios de un pasaje» evangélico, según la institución. En cada cara del fragmento se lee la parte central de cinco líneas de texto correspondientes a los versículos 7-9 y 16-18 del capítulo 1 del evangelio de Marcos.
Hasta el momento, el texto más antiguo conservado en papiro de este evangelista era el contenido en un códice en papiro de los cuatro evangelios conocido como P45, datado en la primera mitad del siglo III. «El papiro recién publicado podría ser anterior o al menos contemporáneo de éste», destaca Juan Chapa, decano de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y experto en papirología.
La particularidad de este fragmento es que recoge una parte de texto que no estaba atestiguada por el P45, de modo que ofrece el testimonio más antiguo de ese pasaje, según resalta Chapa. El único detalle que el experto resalta de estas líneas es la omisión de la palabra «Jesús» en el versículo 17, «quizá por un error del escriba».
«En todo caso, constituye un testimonio importante del uso de este evangelio tan poco atestiguado», añade.
Apenas han llegado a nuestros días papiros con el texto de Marcos porque el contenido de su evangelio fue recogido por Mateo en el suyo. Este último, conocido como el «Evangelio eclesiástico», es el mejor atestiguado de los papiros del Nuevo Testamento, junto con el evangelio de Juan.
La publicación de este pequeño fragmento era esperada con avidez por los estudiosos del Evangelio. Se venía hablando de él desde que en 2012 se anunció que podría ser del siglo I, lo que lo habría convertido en el más antiguo encontrado del Nuevo Testamento, coetáneo con algunos de los personajes bíblicos.
Unas afirmaciones de Craig Evans a Live Science en 2015, en las que eco de la existencia de este papiro descubierto entre el material empleado posteriormente en la máscara de una momia egipcia, llevaron el asunto hasta los medios de comunicación, suscitando cierto revuelo.
Pese a ser posterior a lo anunciado, el profesor de Orígenes Cristianos en la Universidad Batista de Houston ha subrayado la importancia de este fragmento. «Mucho se habló sobre el antiguo fragmento del Evangelio de Marcos que finalmente se ha publicado como P.Oxy. 5345 por la Egypt Exploration Society, que data de finales del siglo II o inicios del siglo III. Si es así, entonces es el manuscrito más antiguo de Marcos hasta ahora identificado y publicado», ha escrito en su Twitter.
El profesor de Nuevo Testamento en Dallas Daniel B. Wallace ha confirmado que el papiro fechado ahora es el mismo de cuya existencia se hizo eco en el debate con Bart Ehrman en Carolina del Norte en 2012 y en el blog que posteriormente publicó. En aquel debate, según él mismo reconoce, dijo que «tenía motivos de peso para decir que era un fragmento de Marcos del siglo I», pero la información que recibió y que le aseguraron que había sido verificada «fue incorrecta».
Wallace pide disculpas «a Bart Ehrman y a todos los demás por dar información engañosa sobre este descubrimiento», aunque asegura que «en ningún momento» lo hizo con conocimiento de causa. «Debería haber sido más cuidadoso en confiar en una fuente sin mi verificación personal, una lección que aprendí entonces», añade.
Este experto asegura que le «urgieron -y autorizaron- a hacer el anuncio en el debate» y que «un papirólogo de alto rango» había confirmado que el manuscrito era del siglo I. Posteriormente supo que la información que transmitió era errónea, pero si no ha dicho nada hasta ahora, afirma Wallace, es porque firmó un acuerdo de confidencialidad que le ha mantenido en silencio hasta la publicación oficial del estudio.
En el origen de este bulo está, al parecer, uno de los editores del papiro, Dirk Obbink, quien lo habría enseñado a finales de 2011 a Scott Carroll, que entonces trabajaba para el futuro Museo de la Biblia en Washington, creado por la familia Green. Obbink le habría comentado que era el fragmento más antiguo del Nuevo Testamento y, según Carroll, habría dicho también que estaba a la venta. De ahí el mensaje intrigante que escribió en su Twitter:
Wallace se hizo eco de la existencia del nuevo papiro y de que iba a ser publicado por la editorial Brill. La noticia se extendió en medio de afirmaciones sobre acuerdos de no divulgación de contenidos y una creciente expectación que ahora se mitiga con la publicación del fragmento por parte de la Egypt Exploration Society.
Por fin se ha clarificado la historia: «El papiro no es tan antiguo como se esperaba, ni presenta grandes novedades», resume Chapa. Eso sí, la polémica sobre quién dijo qué y a quién y cuándo y si se ofreció a la venta continúa en las redes.