Si algún ciudadano español despertara hoy de un largo sueño de sólo cuarenta y ocho horas, no se creería lo que hoy ven sus ojos. El miércoles se acostó escuchando que el gobierno lograba el complicadísimo apoyo a los Presupuestos de 2018, que según todos los análisis auguraban una segunda mitad de legislatura estable y tranquila en lo político. Hoy se ha levantado escuchando que hay una moción de censura para derrocar al presidente del gobierno antes de que los españoles se vayan de vacaciones. Y lo que es más sensacional: en pleno desafío separatista para que una parte del país se desgaje del resto. Rajoy: "Esta moción de censura es mala para los españoles".