Lejos queda ahora un inicio de temporada en el que «Incendios» daba el pistoletazo de salida. Era su tercera reposición en doce meses, pero también el comienzo de la línea editorial del Teatro de la Abadía en este curso 17/18. La relación entre Oriente y Occidente, los traumas de la guerra y la búsqueda de la identidad que dibujó Wajdi Mouawad abría un camino que ha continuado con la memoria histórica que abordaron las figuras de Unamuno y Azaña y con montajes, todavía en cartel, como «Una hora en la vida de Stephan Zweig» y «Tiempo de silencio». En esa misma corriente reflexiva quiere incluir José Luis Gómez el ciclo que presentaba en la mañana de ayer, «Partir / Venir / Quedarse». Un programa, que se extenderá del 30 de mayo al 23 de junio, sobre la vida de exiliados, emigrados y refugiados desde los diferentes ángulos del conflicto. «Es una propuesta de mucha emoción, de compromiso con un importante problema de nuestro tiempo y con una perspectiva histórica. Son seis espectáculos muy distintos que estarán pocos días en cartel y que tiene mucho atractivo verlo completo por la diversidad con las que las compañías han tratado el problema», presentaba en rueda de Prensa el coordinador artístico del centro, Ronald Brouwer.
Afán de denuncia
Historias «duras, cargadas de emotividad», define, a partir de testimonios reales, junto a otras, «con un punto entrañable». Actuales o no muy lejanas en el tiempo, «en todas late el afán de visibilización y denuncia», a través de las voces de un muchacho de Malí o una mujer israelí. Son dos de las historias que se reúnen en un ciclo compuesto por cinco montajes y un espectáculo musical «como anexo», apunta Brouwer. «Kalimat (Palabras)», de Helena Tornero, estrena la cita con las experiencias personales de los refugiados en el campo de Nea Kavala, al norte de Grecia, con quienes realizó un taller de teatro. Después llegará «Ankomsten (Avistamiento)», una pieza sueca, basada en el libro de Shaun Tan, que pondrá sobre el escenario la historia de un hombre que está solo ante una cultura nueva y un idioma incomprensible. Por su parte, Naomi Yoeli cuenta la historia de su padre en «Good Tidings», de quien encontró la correspondencia tras la inundación de su apartamento. En «Los invitados», Ricardo Maldonado y Ximo Flores firman un documental teatralizado sobre la experiencia de la compañía en la isla de Lesbos. Y en «Me llamo Suleimán», Mario Vargas adapta la novela homónima de Antonio Lozano.